Cuando el partido entre Milan y Barcelona iba 1-1 y crecía en emoción en el San Siro, llegó una jugada con la que Lionel Messi, seguramente, tendrá pesadillas. A los 22’, una buena triangulación entre Messi, Xavi y Fábregas desencadenó un desborde letal de Cesc, quien puso un centro buscapié a Lionel Messi, pero la ‘Pulga’ —increíblemente— estando debajo del arco, la tiró afuera.

Es cierto que Messi tenía encima a dos defensores del Milan, pero le puso el pie y a diferencia de otras ocasiones en las que todos sus remates se convierten en goles, esta vez chocó en el travesaño y se perdió fuera de la cancha. La ‘Pulga’ no lo podía creer, se tomó la cabeza y siguió la lucha.

Luego vino un penal, Messi lo pateó con ‘paradinha’, anotó, pero el juez invalidó la jugada y le sacó tarjeta amarilla al argentino. Parecía que no era la noche de Leo, pero en el nuevo cobro de la pena máxima borró todo lo malo con un fierrazo inalcanzable que determinó el 2-1 transitorio.

Finalmente, el argentino volvió a aparecer a los 63’ con un pase gol fantástico para Xavi que anotó el 3-2 definitivo.