El Barcelona cedió hoy un empate 2-2 ante el Celta de Vigo en un encuentro en el que Leo Messi hizo historia al convertirse en el primer jugador en marcar de forma consecutiva ante todos los equipos de la Liga española de fútbol.

Líder con 73 puntos, el Barcelona empató ante el nuevo antepenúltimo de la clasificación con un once plagado de los no habituales y amplió a 14 puntos su ventaja sobre el Real Madrid, que se mide más tarde al Zaragoza en la vigésimo novena jornada.

Barcelona no alineó a Andrés Iniesta, Javier Mascherano y Sergio Busquets pensando en el duelo del martes contra el París Saint-Germain por la Champions League, y no pudo contar con Xavi por lesión.

Quizá por los cambios y por la cómoda ventaja al frente de la Liga, el Barcelona no salió tan incisivo como en otras ocasiones y cedió gran parte del protagonismo en la primera parte al Celta, que a pesar del punto seguirá una semana más en puestos de descenso.

CELTA SE ADELANTÓ Después de varios avisos del Celta, llegó el primer tanto del encuentro: Nacho Insa culminó en el minuto 38 una gran jugada de su equipo al desviar lo suficiente la pelota dentro del área pequeña para que Pinto no pudiera llegar.

Fueron los momentos en los que el Barcelona se mostró más desdibujado, pero el gol pareció despertar al líder de la Liga española. Messi tuvo otra ocasión de libre directo antes del descanso, pero fue su compañero Cristian Tello quien igualó el duelo en el minuto 42 al aprovechar un magistral pase del crack argentino.

El cuatro veces balón de oro volvió a disponer de una nueva oportunidad de batir el récord en el minuto 21 de la segunda parte, pero no fue hasta seis minutos después cuando Messi escribió otra página de oro en su propio libro de récords. Era cuestión de tiempo.

HOMBRE RÉCORD El argentino finalizó una jugada perfecta que nació en sus botas segundos antes al recibir de Tello en el corazón del área y mandar el balón al fondo de las mallas.

El Barcelona y Messi sonreían y el Celta suspiraba por una nueva jornada sin sumar puntos, pero Borja Oubiña aprovechó un nuevo error de marcaje del equipo blaugrana y remató de cabeza para poner el 2-2 definitivo.

Fue un partido de récord para Messi, pero el Barcelona se mostró de nuevo débil en defensa a cuatro días de la ida de los cuartos ante el PSG en París.