El Borussia Dortmund avanzó hoy a semifinales de la Liga de Campeones europea al ganar 3-2 un increíble partido ante el Málaga, que hasta el minuto 90 ganaba 2-1 y parecía tener asegurado el mayor logro de su historia.

Un golazo de Joaquín (25) y otro de Eliseu (82) daban una merecida victoria a los españoles en su primera participación en la Champions y lo metían entre los cuatro mejores de Europa tras el empate 0-0 en la ida.

Pero el Dortmund, que había descontado por medio de Robert Lewandowski (40), dio vuelta el marcador a través de Marco Reus (91) y Felipe Santana (93).

El resultado no reflejó lo ocurrido en el partido, que el equipo de Manuel Pellegrini afrontó de igual a igual y con un planteamiento atrevido y sin fisuras.

Se esperaba un arranque arrollador de los locales, pero el Málaga sorprendió tomando las riendas en el inicio con las líneas adelantadas y un juego sin complejos.

Diez minutos más tarde llegó la primera del Málaga y los españoles no perdonaron. Batista comandó una contra perfecta, Isco cedió a Joaquín en la puerta del área y el delantero de 31 años se lució dejando a tres defensores en el suelo con un recorte y clavando la pelota pegada al palo izquierdo del arquero. Un golazo.

Sólo una genialidad parecía capaz de despertar al Borussia, y Reus fue el encargado de inventarla a cinco del final. Tras una contra veloz asistió con un taco de antología a Lewandowski, que eludió con elegancia a Caballero y logró el empate.

Hubo que esperar hasta el 70 para la siguiente jugada clara, un gol de Blaszczykowski anulado correctamente por posición adelantada.

Los últimos diez minutos fueron los más duros para el Málaga y obligaron a lucirse a Caballero. La pesadilla de los alemanes en la ida volvió a agigantarse y sacó dos disparos a quemarropa de Mario Götze y Reus que habrían dado el pase al Dortmund.

Pero el Málaga volvió a hacerse grande en la adversidad. A ocho del final, Isco dio una gran asistencia a Baptista, que dejó solo a Eliseu en posición dudosa para que enviara a la red el 2-1.

Cuando muchos espectadores ya dejaban el estadio, llegó el milagro: Reus a pase de Subotic y Felipe Santana tras una serie de agónicos rebotes en el área chica y en fuera de juego dieron vuelta el marcador en sólo 180 segundos.

El Dortmund sigue siendo el único invicto del torneo.