Real Madrid ganó 6-2 al Málaga y aplazó los festejos del Barcelona por el título de la Liga española en una noche que sirvió para constatar el indisimulado divorcio entre la hinchada blanca y José Mourinho.

Lo más noticioso del partido del Santiago Bernabéu ocurrió minutos antes de comenzar el choque porque la hinchada del Real Madrid abucheó abrumadoramente a Mourinho y en cambio aplaudió clamorosamente al arquero Iker Casillas.

El partido llegó marcado por una incendiaria rueda de prensa de Mourinho, en la que cargó contra Casillas y Pepe, junto a los rumores de marcha del portugués a final de temporada, posiblemente al Chelsea. Y a la afición no le gustó, como muchas otras cosas de las que viene haciendo el técnico en los últimos días, según se vio hoy.

GOLAZO DE CRISTIANO El duelo no fue tal porque quedó decidido en pocos minutos y el Real Madrid se fue al descanso con ventaja 4-2 y un jugador más sobre el campo. El Málaga acabaría con nueve futbolistas.

El equipo blanco se adelantó a los dos minutos con un remate de cabeza de Raúl Albiol tras un saque de esquina y a los 15 minutos igualó el paraguayo Roque Santa Cruz, también en un córner.

El encuentro se desequilibró a los 21 minutos, cuando el árbitro cobró penal y expulsó al visitante Sergio Sánchez por derribo a Cristiano Ronaldo. El lanzamiento lo paró el argentino Willy Caballero, pero quedó lesionado en un tobillo y luego fue sustituido.

Cristiano Ronaldo se resarció cinco minutos después, cuando el árbitro señaló erróneamente una falta indirecta dentro del área por una supuesta cesión al arquero. El portugués envió un misil a la red y la hinchada lo aclamó: Cristiano, Cristiano. Sonó más fuerte que nunca ese grito hacia otro de los futbolistas señalados por Mourinho.

El Real Madrid, muy bien dirigido por Luka Modric, aumentó la cuenta a los 33 minutos con un precioso gol de Mesut Özil al completar un gran contraataque, aunque tres minutos después Antúnez redujo distancias con un espectacular disparo que entró por la escuadra.

ÖZIL SE LESIONÓ Pero el conjunto blanco no se inquietó y antes del descanso hizo su cuarto gol tras una gran jugada colectiva en la que Cristiano Ronaldo regaló el gol a Karim Benzema. El portugués no es ya ese jugador egoísta de antaño y la hinchada se lo agradece a cada instante.

El Madrid no se esforzó demasiado e hizo dos más. El primero, obra de Modric a los 63 minutos, con un bonito disparo desde la frontal de área. Diez minutos después el Málaga recibió la expulsión de Martín Demichelis por una falta inexistente sobre Cristiano Ronaldo y Angel Di María completó la goleada en el descuento.

La peor noticia para el Real Madrid fue la lesión de Özil, con un posible esguince de tobillo.