Casi obligado a ganar, Uruguay salió al ataque desde el campanazo inicial y respondió el jueves con un triunfo 2-1 sobre Nigeria que lo deja al volante de su destino en la Copa Confederaciones.
Diego Lugano y Diego Forlán anotaron por los campeones de América, y John Obi Mikel hizo el empate transitorio de las Súper Aguilas.
España comanda el Grupo B con seis puntos luego de aplastar 10-0 a Tahití en Río de Janeiro. Nigeria sigue segunda con tres unidades, las mismas que Uruguay pero con mejor diferencia de goles gracias a su victoria 6-1 en la primera fecha ante el monarca de Oceanía.
De todas formas, Uruguay quedó en una buena posición, ya que Nigeria cierra la fase de grupos el domingo contra España en Fortaleza, un duelo en el que salen como favoritos los campeones mundiales, mientras que la Celeste enfrenta ese mismo día a Tahití en Recife.
Si Nigeria da la sorpresa contra España, Uruguay tiene que buscar una goleada contra su oponente polinésico que ha encajado 16 goles en dos partidos. O sea, algo bastante probable.
NUEVO PLANTEAMIENTO Uruguay cambió totalmente su planteamiento con respecto a su debut frente a la Roja, en el que utilizó una línea de cuatro en el fondo, jugó con todos sus hombres detrás de la pelota y rara vez pasó de media cancha, sobre todo en el primer tiempo.
El técnico Oscar Tabárez volvió a su tridente ofensivo con Forlán, Edinson Cavani y Luis Suárez, una fórmula que le función de maravillas en los últimos años en los que Uruguay fue cuarto en el Mundial de 2010 y conquistó la Copa América de 2011.
Tabárez también cambió a una línea de tres, pobló el mediocampo con cuatro jugadores, y ubicó a Forlán como una especie de enlace detrás de Cavani y Suárez, los letales goleadores del Napoli y Liverpool, respectivamente.