Alianza Lima: ¿Por qué no gana hace 5 fechas?, por Elkin Sotelo

Alianza Lima aterriza por una espiral de malos resultados que no le permiten ganar hace 5 partidos y 3 de ellos siendo derrotas consecutivas por las que se hace necesaria una explicación razonable de Gustavo Roverano, Christian Bustos o Gustavo Zevallos, supuestos entendidos y expertos de la realidad blanquiazul.

¿Qué pasa? ¿Dónde quedó ese nivel de juego que llevó a los grones a ser punteros momentáneos en el Apertura? ¿Por qué la caída desde que Roverano dejó de ser interino?

Han ocurrido situaciones en paralelo que confluyeron en que Alianza refleje una baja de producción: la partida de jugadores como Christian Cueva –principal motor y talento del equipo-, y Jean Deza –variante que siempre significaba especial atención de los rivales aunque finalmente su aporte haya sido ínfimo-. Además lesiones suspensiones, lesiones escalonadas (Albarracín, Canales, Míguez, Guevgeozián, Mimbela, Trujillo, Butrón) que evitaron que Roverano cuente con su plantel completo para demostrar su destreza como estratega y diversidad de planteamientos.

Pero también está la falta de gestión, reacción y agresividad por parte del Comité de Fútbol aliancista. Tardaron varias semanas decidiendo el tema del entrenador (que Uribe, que Castillo…), tanto para terminar ratificando al propio Roverano y sin identificar que la mayor virtud del charrúa es la ascendencia moral que tiene sobre el grupo y que es un factor no menos valorable, pero que dada su inexperiencia evidente necesitaba un refuerzo de confianza y con mayor trayectoria que le brindara asesoría táctica y le reduzca el margen de error.

Además, claramente al comando técnico de Gustavo le falta un soporte médico, terapéutico y físico idóneo para recuperar a los fatigados y propensos a lesiones. Por ejemplo, Ricardo Gareca llevó a la última Copa América hasta 5 fisioterapeutas para la recuperación muscular de los seleccionados y poniendo a punto en tiempo corto a la gran mayoría. Así se conduce un grupo que se acerque a la élite.

Alianza ha sido un plantel demasiado corto en las últimas fechas. Miers jugando de lateral izquierdo –así grite expresando que conoce el puesto-, Míguez jugando de volante creativo, Juan Diego Li de lateral izquierdo; todo por obligación ante las bajas que se iban presentando. Incluso se tuvo que echar mano de Aldair Rodríguez, un jugador joven cuya presencia en Alianza no deja de llamar la atención porque está lejos de presentar nivel básico.

Las contrataciones de Reimond Manco y Sergio Peña dejan más dudas que certezas por el momento. No son garantía de solución, sin embargo son un paliativo a la escasez de fútbol que presentan los grones. La falta de gestión audaz del Comité de Fútbol de Alianza también se manifiesta, por ejemplo, en la noticia del fichaje de Luis ‘Cachito’ Ramírez por parte de la San Martín, según informó su gerente Álvaro Barco, a bajo costo debido a que se consiguió un inversor que pretende que el jugador se muestre unos meses en el fútbol peruano y vuelva a ser un potencial convocado a la selección. De esta manera en el 2016 podrían colocarlo en un club extranjero. Así los santos se llevan a un jugador que en el medio peruano puede marcar diferencias. En tanto, Alianza solo se limitaba a pensar entre ‘Wally’ Sánchez y Jhony Vidales.

¿Hace falta reforzar la zaga del equipo? Claramente hay un déficit de calidad en la zona posterior. Sin embargo la contratación de un defensor es una misión –casi- imposible para la administración de Alianza porque en el medio peruano no existen jugadores interesantes en ese puesto en condición de libres y ya no puede contratar más extranjeros porque agotó su cupo con Miers, Costa, Míguez, Preciado y Guevgeozián. Las bases de la ADFP solo permiten 5 por temporada. Al parecer los íntimos tendrán que conformarse con lo que ven sus ojos hasta el momento y apoyar la alternancia de Miguel Araujo, Marco Miers y Koichi Aparicio.

Todo esto es solo por mencionar los problemas del primer equipo. Hacia abajo en divisiones menores, todo está peor.