Pablo Bengoechea dirigió a Alianza Lima en las temporadas 2017 y 2018. (Foto: GEC)
Pablo Bengoechea dirigió a Alianza Lima en las temporadas 2017 y 2018. (Foto: GEC)
Julio Vizcarra Torres

Después de cinco meses, volvió a . El regreso del técnico uruguayo es llamativo no solo por el corto tiempo que pasó desde su partida, sino también por la mala imagen que dejó su segundo año en La Victoria. Lo más rescatable fue que llegó a la final por el título nacional, aunque la actuación de los blanquiazules fue muy discreta.

Sporting Cristal, con un comando técnico nuevo liderado por el chileno Mario Salas, goleó a Alianza Lima en el juego y marcador. Si había dudas de cómo el equipo del uruguayo había llegado a disputar el título, los celestes con su amplia superioridad pusieron las cosas en su lugar.

Luego estuvo la participación de los aliancistas en la Libertadores, torneo en el que acabaron con solo un punto. Es verdad que este año con Russo los íntimos también fueron últimos en su grupo con una unidad, pero el argentino llevaba un par de meses con el plantel, que salvo el charrúa Felipe Rodríguez, lo armó Bengoechea.

Con la inversión hecha en jugadores y el fracaso de Russo, está claro que la dirigencia de Alianza busca resultados inmediatos. De aquí a fin de año solo importa ganar y salvar este 2019. Y, desde La Victoria, creen que el dueño de la fórmula es el ex técnico de Peñarol por lo que hizo en el 2017, año que sacó campeón a los blanquiazules de manera indiscutible mirando la frialdad de las estadísticas.

Además de la estrella de hace dos años, el otro aval de Bengoechea es que conoce al plantel. Por eso, esta apuesta a corto plazo puede funcionar. Pero, la interrogante aparece si pensamos en un plan con ambiciones mayores, que involucre identidad.

El campeonato que se consumó en Matute con doblete de Leyes solo solucionó la ansiedad de los hinchas, sedientos de celebraciones y preocupados por los memes de los seguidores del clásico rival. Pero Alianza hace mucho no es ese equipo vistoso del toque corto y juego bonito. O aquel conjunto con una cantera para mirar el futuro. Mucho menos la escuadra que abastecía con varios elementos a la selección.

La administración le dio a la hinchada lo que quería. Creo que Alianza mejorará, tentará el título e irá a la Libertadores del próximo año. Y es probable que el círculo vicioso se vuelva a repetir. Depende de la actual cabeza del club, que ha demostrado que puede sanear a la institución en el plano económico, pero deja dudas en lo futbolístico.

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