“Pizarro y el mejor no de su carrera”, por Julio Vizcarra

Lo que se celebró como un gol en el Weserstadion de Bremen, en La Victoria quedó, otra vez, como un grito ahogado de celebración. Y es que, en la semana que supuestamente Claudio Pizarro le iba a dar el sí a Alianza Lima, se anunció su renovación por una temporada más con el conjunto de la Bundesliga.

¿Quién podría juzgar a Claudio? Absolutamente nadie. Simplemente, como se ha manejado durante toda su exitosa carrera, el delantero nacional decidió con sentido común, virtud que supera cualquier otra razón, como el hinchaje. Lo que hizo Pizarro fue optar por mantenerse en la élite del fútbol mundial.

Ante tanta irregularidad y peruanos que llegan a Europa teniendo el boleto de regreso en el bolsillo, que Werder Bremen tenga en cuenta a Pizarro cuando está con un pie en el retiro es para destacar y admirar.

Pocos son los jugadores que a los 40 años siguen vigentes en el Viejo Continente. Y a Claudio se le extiende el contrato no solo por la idolatría que le tienen en la ciudad alemana, sino también porque sigue siendo importante dentro del campo.

“Al lado de la cancha, es un jugador donde todos buscan y absorben su experiencia. Y cuando llega al campo, puede, con su calidad y carisma sobresalientes, volver a dar al juego un impulso decisivo. No queremos renunciar a estas cualidades”, comentó el técnico Florian Kohfeldt luego del 2-1 frente el Leipzig, triunfo que el Bremen obtuvo con gol del peruano sobre el final.

Que Claudio juega poco, todos lo saben – hoy no está para jugar 90 minutos en la Bundesliga– pero le ha sacado mucha rentabilidad a cada oportunidad que le dieron. Lejos de la titularidad, Pizarro marcó cinco goles en la liga alemana en poco más de 7 encuentros (637 minutos). Mientras que en la Copa de aquel país, disputó 136’, partido y medio, anotando 5 tantos.

Comparándolo con los otros atacantes de la selección (Guerrero, Farfán y Ruidíaz), el ‘Bombardero’ tiene la misma cantidad de goles que los dos primeros y uno más que el ‘9’ del Seattle Sounders.

Ahora bien, su no a Alianza Lima fue una decisión inteligente más allá de la diferencia abismal de nivel e infraestructura, aquello que le falta a nuestro fútbol según Ricardo Gareca. Con Pizarro en el club íntimo, la presión y el centro del universo aliancista habría sido él, en un momento en el que es una alternativa de recambio.

En temas de márketing y en lo comercial, la llegada de Claudio habría sido un golazo. En lo futbolístico, esa relación habría caminado por la cornisa de los reclamos por una inversión que no era necesaria.