La euforia se desató en los jugadores del Juan Aurich tras el último penal atajado por Diego Penny, el mejor jugador del partido, una tapada que coronó con un título nacional una gran campaña.

A los chiclayanos ya no les bastaba reír ni llorar para celebrar su título. ‘Cuto’ Guadalupe y Diego Penny levantaron la Copa como si fuera el juguete de un niño. El trofeo se fue merecidamente para Chiclayo.