Al más puro estilo de lo ocurrido con Pablo Vitti, Carlos Marinelli es una de esas jóvenes promesas rescatadas. Nació futbolísticamente en Boca Juniors y luego se fue al Middlesbrough inglés en 1999, una época en que la prensa argentina lo calificó como el nuevo Maradona.

Tras un paso por el Torino italiano volvió a Boca, donde no tuvo una buena relación con Bianchi (Solo me habló el día que nos presentaron, dijo alguna vez) y después empezó una carrera errante: primero Racing, luego regresó al Torino, estuvo en el Braga y entre el 2007 y 2008 jugó en el Kansas City Wizards de la MLS.

Ahí fue cuando se dio el encuentro entre él y David Beckham, encuentro del que se pueden hallar en la red un par de fotografías en las que se les ve intercambiando miradas y reproches. Se trata del partido que Los Angeles Galaxy ganaron a los Wizards por 3-1, el 24 de mayo del 2008. El pie de foto indica que las miradas desafiantes se dieron luego de una falta del argentino sobre el inglés. Esta otra foto indica que, incluso, se pecharon.

Luego Marinelli terminó de perderse: fue a Millonarios, entrenó con Huracán bajo las órdenes de Cappa, y luego aterrizó en Argentinos Juniors. Jugó con el Aldosivi de la Primera ‘B’ Nacional de Argentina y hasta militó en el extraño Gyori ETO de Hungría, para luego firmar por el cuadro santo, donde quiere tomar un segundo aire. Ayer, al menos, respiró bien.