Lejos de sus familiares y amigos, los futbolistas extranjeros viven la cuarentena luchando también contra la nostalgia. En imagen: Carlos Neumann, Hervé Kambou y Alfredo Ramúa. (Foto: GEC)
Lejos de sus familiares y amigos, los futbolistas extranjeros viven la cuarentena luchando también contra la nostalgia. En imagen: Carlos Neumann, Hervé Kambou y Alfredo Ramúa. (Foto: GEC)
Kenyi Peña Andrade

Han pasado 40 días desde que el Gobierno decretó los primeros quince días de la cuarentena por el coronavirus y cambió todo lo que considerábamos como ‘normal’. Así como en la mayor parte del mundo, las calles de nuestro Perú lucen un aspecto apocalíptico. Las veredas están vacías, ciudadanos andan con mascarillas y guantes, los negocios están cerrados y gran parte de las actividades sociales y económicas están en modo pausa. Todo con el objetivo de frenar avance de la pandemia. El fútbol y los futbolistas no son ajenos a esta dramática situación. ¿Pero qué pasa con aquellos jugadores extranjeros que llegaron a nuestra tierra, dejando todo atrás, para buscar una mejor vida para sus familiares? Aquellos que, antes de esta coyuntura, ya eran presos de la nostalgia por tener a sus padres, hermanos, parejas o amigos a kilómetros de distancia. Son realmente pocos los que pueden darse el lujo de tener a todos sus seres queridos al lado en este duro momento.

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