HORACIO ZIMMERMANN (@Horacon) Redacción online

La capacidad de un entrenador no debería medirse únicamente en base a resultados a corto o largo plazo. El buen técnico es aquel que asume como principal función acercar al jugador a su máximo potencial. En otras palabras, el valor del entrenador está dado en la capacidad que tenga de enseñar al futbolista a jugar cada día mejor. El mérito del estratega es advertir qué jugador ‘normal’ será bueno.

Lamentablemente, Sergio Markarián ha logrado potenciar a un solo jugador en un año y nueve meses al frente de la selección peruana: Rinaldo Cruzado. Le otorgó protagonismo en una posición ajena a su actividad diaria y, tras una buena Copa América, el mediocampista fichó por el Chievo Verona del Calcio italiano.

Hoy Cruzado es titular en la selección peruana, mas no en el Chievo. Sin embargo, es pieza clave en el equipo del uruguayo. Este es la principal arma de creación de juego en Perú. Es el encargado de recibir el balón de manera obligatoria para elaborar, con su inteligencia, jugadas de ataque.

Adán Balbín pudo ser el segundo futbolista en elevar su nivel gracias a su participación en la selección si es que no se hubiera lesionado. Un problema en la rodilla no le ha permitido jugar los últimos seis meses y ha impedido conocer su verdadero potencial. En el caso de William Chiroque, este fue un jugador que le funcionó al seleccionador en la Copa América, pero lamentablemente, con 32 años, es poco probable que explote en el futuro.

ADVÍNCULA Y YOTÚN EN DEUDA El entrenador uruguayo no ha logrado los mismos resultados con sus dos otras grandes apuestas de este ciclo: Luis Advíncula y Yoshimar Yotún.

Advíncula, por ejemplo, ha jugado 18 partidos de los 23 que ha dirigido Markarián al frente de la selección. Lo ha probado como volante extremo por la derecha, centrocampista de marca y lateral derecho. En ninguna de las posiciones el estratega ha podido fortalecer las habilidades del jugador. Advíncula no mejoró; por el contrario, su presente marca que es suplente en el Sporting Cristal de Roberto Mosquera (aunque su partida a la MLS sea casi un hecho).

Por su parte, Yotún ha disputado 15 de los 23 encuentros; sin embargo, el lateral sigue siendo el mismo jugador rápido y con buena pegada, pero sin inteligencia para tocar, desdoblarse y, sobre todo, marcar.

Las dos grandes apuestas de Markarián, a 49 días del partido ante Colombia por las Eliminatorias, siguen siendo jugadores discutidos, tanto por el periodismo como por la afición.

EL CAMINO DE RUIDÍAZ Y CARRILLO Se habla de que Markarián potenció, o si prefiere, revalorizó a Luis ‘Cachito’ Ramírez. Es bueno recordar que Ramírez fichó por el Corinthians en enero de 2011. No obstante, las constantes lesiones que ha sufrido le han impedido de jugar los partidos más importantes de la selección, tanto en Copa América como en Eliminatorias. Apenas ha destacado en algunos amistosos con la selección, por lo que parece exagerado afirmar que el ex volante crema se ha visto potenciado bajo esta conducción.

André Carrillo y Raúl Ruidíaz no deberían ser considerados jugadores a los que Markarián potenció. Carrillo llegó al >Sporting de Lisboa un 6 de mayo de 2011 y, hasta esa fecha, no había sumado ni un solo minuto en la selección peruana. Finalmente, ">Raúl Ruidíaz emigró al fútbol chileno gracias a su buen accionar en la Copa Sudamericana con Universitario de Deportes. Además, solo ha disputado cuatro partidos en la bicolor en todo el proceso del uruguayo.

¿Y LOS LATERALES? En la defensa, Markarián tampoco ha sabido potenciar a los laterales que el fútbol peruano tenía antes de su llegada. Sus mejores apuestas han sido Renzo Revoredo y Roberto Guizasola. Sin embargo, hasta la fecha, y pese a que Revoredo emigró al fútbol paraguayo, el hoy cuestionado ‘Mago’ no ha logrado que ambos sean mejores jugadores que la versión que ofrecen en sus clubes. Lo mismo podríamos decir de Giancarlo Carmona y de Jesús Rabanal, citados en alguna oportunidad pero sin crecimiento alguno.

En casi dos años de trabajo, la principal labor de >Markarián debió ser la potenciación de futbolistas. Ampliar la base de seleccionables, como se dice. Pero (aún) no lo ha logrado. Es por ello que le ha sido imposible que la selección peruana mantenga una identidad de juego (la mostrada, por ejemplo, en ">Argentina 2011). Perú juega a no perder, y últimamente ha perdido mucho más de lo que ha ganado.

La Eliminatoria es larga, pero el tiempo avanza y no contamos con mejores guerreros para afrontar esta especie de guerra futbolera.

EL CASO BIELSA Marcelo Bielsa, sin ánimos de comparar a uno con el otro –porque el argentino es un técnico de primerísimo nivel– en apenas nueve meses ha sabido fortificar las habilidades de cada uno de los jugadores del Athletic de Bilbao. Realizó una sola contratación en un equipo donde solo Fernando Llorente y Javi Martínez eran considerados jugadores importantes. No obstante, Bielsa potenció a cada uno de sus futbolistas, en especial a Iker Muniain, y hoy es semifinalista de la Europa League, finalista de la Copa del Rey y pelea por entrar la Liga de Campeones.

Y si bien es cierto que el tiempo de entrenamiento en un club es distinto al de una selección nacional, pues el ‘Loco’ también lo hizo con Chile. Vale recordar que en Eliminatorias para Japón Corea 2002 la selección chilena fue última, para Alemania 2006 sétima, y para Sudáfrica 2010, ya con Bielsa, clasificó en segundo lugar.

Que el universo de jugadores era pequeño, eso lo sabíamos todos desde hace varios años (incluido Markarián). Lo preocupante no es solo que el equipo nacional pierde seguido. Lo alarmante es que nuestro técnico no ha visto un seleccionable donde todos vemos un jugador normal. Ojo, hace cinco años, en Chile tampoco había jugadores. Y miren ahora cómo les va a ellos y cómo nos va a nosotros.