Ramón Quiroga, el último portero que disputó un mundial con la selección peruana, habló acerca del buen presente de Leao Butrón y de ciertos pasajes de su vida como deportista. (Foto: El Comercio)
Ramón Quiroga, el último portero que disputó un mundial con la selección peruana, habló acerca del buen presente de Leao Butrón y de ciertos pasajes de su vida como deportista. (Foto: El Comercio)
Mario Fernández

Nadie puede discutir que fue siempre un auténtico personaje: frontal, controvertido y aun con su voz de pito de un mando increíble sobre sus compañeros. Por eso su vida está rodeada o salpicada de relatos futbolísticos que encierran historia. Mucha historia donde no puede sustraerse aquella goleada de 6-0 frente a Argentina en el Mundial del 78 que no acabará nunca de discutirse; de penales atajados o de goles que recibió desde media cancha como aquel de César Cueto en un Alianza-Cristal. Los recuerdos se agolpan y las preguntas con respuestas también.


¿Es Leao Butrón el mejor portero del fútbol peruano en la actualidad?

Sí. No me cabe la menor duda. Ha llegado con la edad madura que debe tener un arquero [después de los 30]; haber trajinado por los mejores equipos del medio y con la experiencia ganada, hoy está en su mejor momento.

¿Butrón o Pedro Gallese en el arco de la selección ante Bolivia?

Gallese porque está en una liga mucho más competitiva e importante como la mexicana, aun cuando no me quiero meter en el pensamiento de Ricardo Gareca. Pero si hoy hay que llamar a los mejores, Leao sería uno de ellos del medio local.

¿Es cierto que el arquero es como el vino, cuánto más añejo es mejor?

He visto tapar arqueros con muchos años. Santoro, Cejas, Buffon, al holandés Van der Sar que hoy trabaja en el Ajax. Acá a Butrón. Todos con más de 30 años y hasta 40.

¿Por qué te gustó jugar fuera del arco?

A mí me gustaba jugar de‘9’. En el barrio de Ludueña lo hacía, pero como los que jugaban conmigo eran unos monstruos tocando pelota yo terminaba como arquero.

¿No le copiaste el estilo a Hugo Gatti?

Gatti fue notable, pero, si me hubiese tenido que mirar en el espejo, hubiera querido ser como Ricardo Navarro, papá de Fernando Navarro Montoya. Arquerazo. Extraordinario. Sabía cortar, con reflejos, grandote, presencia. Incluso vivió acá y luego en Colombia donde nació Fernando.

A propósito, ¿qué sentiste en tu casa viendo por televisión el gol que de media cancha te hizo César Cueto?

Que fue una circunstancia del juego. Intenté pasar más allá de la media cancha y César muy vivo me halló muy adelantado. Nada más.

¿Es nuestro campeonato tan mediocre que los equipos peruanos son eliminados siempre en la primera fase de Libertadores y Sudamericana?

Tal parece que sí. Después de la campaña de Sergio Markarián con Cristal 97 no hay visos de que las cosas se acomoden. Hasta Bolivia nos supera hoy.

Justo Bolivia con el que nos toca el siguiente partido eliminatorio…

Así es. Un partido que por obligación hay que ganar y ya ante Ecuador tenemos posibilidades de meternos entre los cinco. En Eliminatorias le hemos sacado buenos resultados. Es cuestión de jugar como sabemos.

¿Crees aún en la clasificación para Rusia 2018?

La clasificación la definiremos en Quito. Y ahí vamos a lamentar los dos puntos que dejamos acá con Venezuela. El otro día en el avión me lamentaba con Daniel Peredo y Pedro García cómo en nuestra época no nació el ‘Mudo’Rodríguez.

¿Por qué?

¿Te lo imaginas jugando en pareja con Héctor Chumpitaz? Yo jugaría de espaldas, pondría un espejo ahí, iría al vestuario a tomar un café, al baño. Y es que el ‘Mudo’ es un crack, tiene todo: es rápido, te anticipa, cabecea, sale jugando. El viejo Chumpitaz era completo y de repente ‘Panadero’ Díaz no hubiera sido central y sí lateral izquierdo.

Ya que tocaste tu época de jugador, tras la gira exitosa con Tim, ¿qué pensaste que iba a suceder en España 82?

Son las cosas que más me lamento hasta hoy el no haber llegado más alto. Pienso que la llegada de Cubillas –que no estuvo en la gira–rompió todo el esquema, además de una concentración tan mala en La Coruña.

Y con una goleada final ante Polonia (5-1) como aquella ante Argentina (6- 0) el 78…

El 6-0 lo tengo en la memoria fresca como un vaso de agua. Me agradaría que se repitiera 50 veces ese partido porque ni mamado me lo pierdo.

Siempre fuiste un arquero gritón, ante una defensa peruana que hacía agua ¿no les dijiste nada?

[Piensa] Este…Todo lo que hablé en el entretiempo te lo puede contar palabra tras palabra hoy el gran capitán nuestro, Héctor Chumpitaz. Cosas de camarín. Esa tarde tenía hasta los huevos inflamados que nunca me desinflamaron hasta España 82. No guapeé, soy sincero, pero dije las cosas que tenía que decir en forma clara.

¿Y al finalizar los 90 minutos no volviste a hablar con los jugadores?

No valía la pena. Me bañé y me fui al hotel.

Leí a José Velásquez decir que hubo un acuerdo entre gobiernos, que no hubo dinero para dejarse golear, ¿qué opinas?

No sabía qué decir. Lo único que sé es que con la edad que tengo y ya voy a ser un jubilado, no espero acabar durmiendo debajo del puente.

Oblitas en México declaró que en el 6-0 hubo cosas raras…

Es cierto. Fue un partido raro. Para Perú lo fue. No sé si por la formación que Marcos envió a la cancha o el resultado. Estábamos acostumbrados a no perder, y mucho menos por ese marcador. Disfrutábamos cada partido.

Si el tiro de Muñante a los 10’ no da en el parante de Fillol cuando iban 0-0, ¿qué hubiera sucedido?

No se perdía 6-0 sino 6-1, y hasta 6-2 con el gol que se comió Oblitas. Sin contar que regalamos dos goles cuando nos roban la pelota en el mediocampo y otros dos [de Luque y Tarantini] que fueron en posición adelantada.

¿Ese 6-0 marcó tu carrera de futbolista?

No, para nada. Si tú en esta entrevista no me lo haces recordar ni lo hubiera traído a mi mente.

¿Fue cierto que Cubillas manejaba a los de Alianza y tú a los del Cristal en esa selección?

Nunca. Con las justas yo manejaba mi auto que me lo compré con mis ahorros.

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