El Real Madrid pasó hoy a semifinales de la Champions League, pero lo hizo con poca autoridad, pues perdió 3-2 en el campo del Galatasaray y pasó un mal rato. El equipo español acudió a Estambul con el amplio margen del 3-0 conseguido en la ida y lo utilizó bien durante 45 minutos. Luego se echó a dormir y se llevó un enorme susto. Solo Cristiano Ronaldo estuvo al nivel acostumbrado.

El conjunto blanco arrancó el duelo por primera vez en su historia con un solo español en el once titular, el arquero Diego López. Las ausencias por sanción de Sergio Ramos y Xabi Alonso más las decisiones técnicas así lo propiciaron.

Los futbolistas elegidos por José Mourinho actuaron en la primera mitad con la energía propia de un equipo sólido. Eligió la mejor manera de defender, que es tener el balón, y al Galatasaray se le vio tan desorientado en defensa como en la ida.

Tras un par de avisos llegó el tanto de quien no tiene piedad y responde al nombre de Cristiano Ronaldo. El portugués se anticipó a todos y envió a la red un buen servicio de Sami Khedira.

El Real Madrid, bien manejado por Luka Modric en la medular, siguió dominando el partido a su antojo y Angel Di María tuvo la mejor ocasión para aumentar la renta antes del descanso, pero sacó el arquero uruguayo Muslera.

SEGUNDO TIEMPO, OTRA HISTORIA Pero ocurrió que el Real Madrid se entregó a la pereza y eso se paga caro en la Liga de Campeones, sea cual sea el rival. El Galatasaray aprovechó la invitación y metió el miedo en el cuerpo de su rival con tres goles en 15 minutos.

El primero lo marcó Emmanuel Eboué con un espectacular zurdazo a los 57 minutos. Luego llegó el tanto de Sneijder a los 71 minutos tras una perfecta maniobra entre los centrales. Y el tercero ocurrió en la siguiente jugada, con un taco sensacional del veterano Didier Drogba.

Nadie lo esperaba, pero el Galatasaray llenó de miedo al Real Madrid. Dos goles más del equipo turco hubieran propiciado el vuelco más impensado, una remontada de proporciones históricas, un auténtico terremoto deportivo.

El mensaje de Mourinho fue inequívoco: quitó del campo a Mesut Özil y puso al defensa Raúl Albiol. El técnico portugués tenía miedo. Aunque siempre le quedará Cristiano Ronaldo, el único jugador del Real Madrid que en Estambul estuvo a su nivel. Marcó con un latigazo en el último minuto y ahí finalizó el partido.

MINUTO A MINUTO DEL PARTIDO

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