Hoy Wilmar Valencia puede estar dirigiendo su último partido como técnico de Alianza Lima. No saldría por los resultados obtenidos como entrenador, sino por los hechos que sucedieron esta semana, que terminaron por exasperarlo. La pelea entre Emiliano Ciucci y el ‘Che’ Beltrán por un lugar en el equipo, antes del partido contra Cristal, fue el comienzo de todo. Los jugadores del plantel, en su mayoría jóvenes, le pidieron que se incline por Beltrán a lo que Valencia respondió: “Ya he tomado una decisión”.

El problema no quedó ahí. La administradora temporal, Susana Cuba, se enteró el viernes del exabrupto y fue a recriminarles a los jugadores. Enterado Wilmar de este incidente, e intromisión según él, habría decidido dar un paso al costado. Se lo habría comunicado a todos los jugadores, pese a que ellos insistieron que siga a cargo del equipo.

De renunciar Valencia, Miguel Ángel Arrué, quien se encarga de las divisiones menores del club blanquiazul, dirigiría a los íntimos en las últimas fechas de las liguillas.

EN HUANCAYO Con Wilmar encabezándolos, Alianza Lima llegó ayer a Huancayo para enfrentarse hoy (3:30 p.m.) al cuadro de Marcelo Trobbiani. Wilmar plantearía hasta tres cambios con respecto al equipo que perdió contra Cristal. Sergio Peña entraría en lugar de Christian Andersen, Wilder Cartagena por Henry Quinteros y Johnny Vidales en vez de Wilmer Aguirre.

A Alianza le urge obtener tres puntos. Una derrota los alejaría más de la Pre-Libertadores, que por el momento le pertenece a los dirigidos por Vivas. En su visita a Huancayo, los íntimos cayeron (3-2). Hoy, con Guevgeozián, Wilmar espera que la historia sea distinta. Al menos puede ser el capítulo final.