Germán Carty jugó catorce partidos por Cienciano en Sudamericana. (Foto: Germán Falcón / Archivo El Comercio)
Germán Carty jugó catorce partidos por Cienciano en Sudamericana. (Foto: Germán Falcón / Archivo El Comercio)
Wilmer Robles Tadokoro

Lo apodaban “Avestruz”, pero nunca enterró la cabeza. De trancos largos, incansable mismo Forrest Gump. “Dejé el fútbol corriendo, como lo inicié, con físico”, confesó Germán Carty, el cañetano de goles importantes y celebraciones coloridas. Se forjó a punta de disciplina y “combo” casero. “Mi mamá siempre me alimentó con proteínas y carbohidratos”, reconoció el ex atacante que jugó más de tres décadas. Alcanzó la gloria con Cienciano, el “Papá de América”, al ganar la Copa Sudamericana y Recopa Sudamericana, logros mayores que adornan su palmarés. “El Cusco, mis hijos, familia, amigos y gente del fútbol, me lo recuerdan. Yo solo quería jugar, ganar títulos y hacer historia”, comentó el exjugador, quien le sigue los pasos al recordado Freddy Ternero como entrenador. “Ojalá, en algún momento, dirija a Cienciano”, dice. En esta entrevista nos cuenta detalles de un peculiar suceso previo al decisivo encuentro con Boca Juniors.

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