Pedro Canelo

fue el primer humano al que le atribuyeron habilidades de arácnido. Cada vez que se elevaba en un tiro de esquina se fue ganando un curioso apelativo. Al arquero ruso lo rebautizaron como 'La Araña Negra’, diez años antes de que Stan Lee escribiera el primer comic de “Spider Man”. Elástico, instintivo y rápido para decidir. Yashin innovó las condiciones de un golero con elasticidad, liderazgo y jerarquía. Hace 30 años falleció, pero todavía se sigue rescatando su indiscutible aporte al puesto más solitario del fútbol. Ese lugar especial donde el número ‘1’ al final siempre se convierte en el último de los hombres.

Antes de ponerse los guantes y ese traje negro, que debería tener un copyright con su nombre, Yashin se imaginó como un portero de hockey sobre hielo. Quizá dentro de este dilema vocacional están algunas de las razones por las cuales este arquero moscovita exhibió talentos que no se encontraban antes en el balompié internacional. Agilidad en el juego aéreo, rapidez para adelantarse a la acción de un delantero y un freno natural en las manos para evitar rebotes en cada una de sus atajadas. ‘La Araña Negra’ era antídoto y veneno para cualquier intención de gol.

Cuando era un adolescente tuvo que irse a trabajar a una fábrica durante la Segunda Guerra Mundial. Sin espacios para desarrollar su pasión por el hockey, Yashin aceptó ser el arquero del equipo de fútbol de ese almacén de herramientas. Con Europa en paz, en el año 1949, Lev Yashin fue reclutado por el Dínamo de Moscú. Decir que fue reclutado no es una exageración, el Dínamo era el equipo de la policía y el Ministerio de Seguridad soviético.

Fue convocado para disputar cuatro mundiales de fútbol con la Unión Soviética y jugó en tres (Suecia 1958, Chile 1962 e Inglaterra 1966); además ganó la medalla de oro olímpica en los Juegos de Melbourne 1956. En el año 1963, se convirtió en el primer y único arquero en ganar el Balón de Oro del fútbol europeo. ‘La Araña Negra’ decía que los colores tradicionales de su uniforme estaban relacionados a un anhelo de “pasar desapercibido” en el campo. Su camiseta lo ocultaba, pero su habilidad se llevó todas las luces del escenario.

-Yashin no voló en el Perú-

Un año después de ganar el Balón de Oro, en su hora más estelar, Lev Yashin llegó al Perú para una minigira por Lima y Arequipa. El diario El Comercio acompañó su visita que incluyó cuatro partidos amistosos: ante Alianza Lima, Sporting Cristal, Aurora de Arequipa y Deportivo Municipal.

Más de 25.000 personas llegaron hasta el Estadio Nacional para aprovechar una de esas oportunidades que difícilmente se repiten: ver en vivo y en directo al mejor futbolista del momento. Algunos contarán que vieron a Maradona en Lima en 1981 o a Messi en el 2013, pero hay que ponerle mucha atención a esas personas con canas y camino lento, que quieren contarnos lo que fue ver a Lev Yashin en el césped del principal escenario deportivo que tenemos.

Las expectativas eran inmensas, los hinchas de aquel 1 de diciembre de 1963 querían ver no solo a un arquero sino también a un acróbata. Como si en vez del Dínamo, estuvieran ante el Circo Nacional de Moscú. Lo de Yashin en el arco fue eficaz, aunque no muy vistoso. El Dínamo superó 2-1 a Alianza Lima y la crónica de El Comercio resumió la actuación del cuadro soviético con el refrán “más fue el ruido que las nueces”.

Dos días después, el rival del Dínamo fue un Sporting Cristal que comenzaba a consolidarse como potencia del fútbol peruano. El cuadro celeste no tenía ni siquiera diez años de creado y ya tenía en sus filas a jugadores como Eloy Campos, Orlando La Torre, Luis Rubiños y Alberto Gallardo, quienes cinco años después serían parte del equipo que clasificó al Mundial de México 70. Un tiro libre ejecutado por el ‘Doctor’ Eloy Campos acabó siendo el único gol de la tarde. Cristal ganó 1-0 y Yashin perdió la paciencia en los últimos minutos del encuentro. Por eso, ‘La Araña Negra’ vio la primera tarjeta roja de su carrera y, al regresar a Moscú, fue multado económicamente.

El Dínamo se despidió con dos victorias 3-1 ante Aurora, en el estadio Mariano Melgar de Arequipa, y Deportivo Municipal en el Nacional. Lev Yashin llegó con la mejor publicidad posible, pero su telaraña no pudo atrapar al apasionado y exigente hincha peruano de esos años, que esperaba una actuación casi extraterrestre.

-El legado de ‘La Araña Negra’-

Lev Yashin falleció un 20 de marzo de 1990 después de luchar contra un cáncer al estómago. Cuatro años después se creó el premio FIFA con su nombre para el mejor golero del momento. En 1999, ‘La Araña Negra’ fue elegido como el mejor deportista ruso del siglo 20. Una manera de conocer su legado fue durante el Mundial de Rusia 2018. Cerca del estadio Luzhniki de Moscú, fue posible ver muchas activaciones, monumentos y grafitis haciendo justo homenaje al que, para muchos, es el mejor arquero de todos los tiempos.

Artistas pintados con color dorado cerca de las estaciones de Metro, murales coloridos y estampitas regaladas cerca a los estadios eran la mejor prueba de que Yashin, a pesar de su muerte, seguía siendo un embajador del fútbol ruso.

En las ferias deportivas durante la Copa del Mundo, las primeras camisetas que se terminaban eran las que conmemoraban a la desaparecida Unión Soviética. Los trajes rojos y blancos con la inscripción CCCP solo duraron dos semanas, es decir era imposible encontrarlas cuando se jugaban los octavos de final.

El último ganador del premio Lev Yashin fue Alisson Becker, el golero brasileño campeón en la Copa América con su selección y de la Champions League con el Liverpool. Una lesión en el cuádriceps alejó a Alisson de una hora decisivo para los ‘Reds’ en la última Liga de Campeones ante Atlético de Madrid. Su reemplazante, Adrián San Miguel, cometió un error garrafal en los tiempos suplementarios que influyeron en la victoria de los dirigidos por el ‘Cholo’ Simeone en el mismo Anfield. Otra vez el Liverpool sufría por no tener garantía en el arco. Su rival, en cambio, fue salvado más de cuatro veces por Jan Oblak, quien para muchos es el mejor portero del momento. “Todos los equipos de elite tienen buenos delanteros, lo que hace la diferencia es defender bien”, explica Simeone.

Cada tiempo que pasa, se revalora esa posición donde más se puede ser villano que héroe. En esa zona vulnerable donde muchos están condenados a papeles de reparto, Yashin siempre intentó tener la actuación principal. Esa revolución rusa no se ha derrumbado.

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