El Bayern Múnich más potente de los últimos años buscará hoy ante el Wolfsburgo avanzar a la final de la Copa Alemana y dar así otro paso hacia el sueño de recibir con un triplete de títulos a su próximo entrenador, el español Josep Guardiola.

Después de convertirse en el campeón más arrollador en la historia del fútbol alemán, el equipo de Claudio Pizarro avanzaría mañana con una victoria en Múnich a la final de Copa el 1 de junio, donde esperará el ganador de la otra semifinal que juegan el miércoles Stuttgart y Freiburg.

Favorito en Copa y campeón en la Bundesliga, el equipo de Jupp Heynckes también es uno de los candidatos más sólidos en la Champions League, donde la próxima semana se enfrenta al Barcelona en la ida de semifinales.

NO AL EXCESO DE CONFIANZA Heynckes advirtió contra un exceso de confianza ante Wolfsburgo, que tras una modesta temporada es décimo tercero en la Bundesliga: Creo que el camino a la final no será fácil. Para cualquier equipo es un reto enorme. Y en un partido todo es posible. Somos conscientes de eso y haremos lo posible para impedirlo.

El entrenador podrá alinear a su once de gala incluyendo a Jerome Boateng, que se recupera de una infección estomacal, y con excepción del suspendido francés Franck Ribéry, que será reemplazado por Xherdan Shaqiri.

El Wolfsburgo no se deja intimidar por el campeón récord del fútbol alemán y afronta el partido con descaro. El Bayern nos respeta. Sabe que tenemos jugadores que pueden decidir un partido, señaló el técnico Dieter Hecking. No tenemos que respetarlos demasiado.

NÚMEROS EN AZUL La estadística habla a favor del Bayern, que ganó sus tres cruces previos en Copa con el Wolfsburgo y que conquistó ya 15 veces el trofeo, en ocho ocasiones haciendo doblete con la Liga. El Wolfsburgo sólo llegó una vez a la final en 1995.

Como el Bayern ya ganó la Liga y tiene así una plaza en la Champions League del año que viene, si disputa la final aseguraría que el otro finalista se clasifique automáticamente para la Europa League aunque quede subcampeón.

Todos sabemos bien que el partido del miércoles nos ofrece una oportunidad inmensa, dijo Christian Gentner, del Stuttgart. Su equipo se aferra a la esperanza de la Copa tras una pobre campaña en Liga, donde ocupa la undécima posición.

Por el contrario, el Freiburg es una de las sorpresas de la temporada, es quinto en Liga y llegó más lejos que nunca en Copa. Nunca habíamos estado en semifinales. Esto es único, celebró el técnico Christian Streich.

La victoria permitiría al Freiburg coronar con un éxito concreto su buena racha antes de que muchos de sus jugadores más importantes como Max Kruse, Jan Rosenthal y probablemente Daniel Caligiuri se marchen a fin de temporada a equipos de más peso.