Dos goles fueron suficientes para catalogarlo como la figura de la final de la Copa del Rey. Cristian Benavente marcó de penal y con un remate cruzado en la victoria 4-0 de Real Madrid Juvenil A sobre el Athletic de Bilbao y se coronó campeón del troeno.

El primer gol del peruano fue de penal. El arquero lo atajó, pero el peruano fue más rápido en la reacción y añadió el balón en la portería rival. Pero el segundo fue el más bonito. Tras recibir un pase desde la derecha, el atacante definió cruzado, en primera, siendo el tercer tanto de los blancos.

Benavente es un futbolista que suele decidir las jugadas antes de recibir el balón. Lo demostró en el amistoso que jugó con la selección peruana ante Panamá, en el que marcó un gol, y ahora en este partido. El éxito empieza a llegarle al Chaval.