El Bayern Múnich de Josep Guardiola inauguró hoy la nueva temporada de la Bundesliga ganando 3-1 al Borussia Mönchengladbach y logrando una victoria clave para aliviar la enorme presión que rodeaba el estreno liguero del técnico español.

En el esperado inicio de la nueva etapa, el campeón alemán y europeo dio el primer paso a la defensa del histórico triplete de la temporada anterior sin gran brillo. Solo un inspirado Franck Ribéry y las paradas del arquero Manuel Neuer compensaron la ausencia del gran fútbol con el que sueña Guardiola.

Bayern mostró un juego intermitente e indeciso, con vocación ofensiva pero dejando peligrosos huecos en defensa. Sobre todo Ribéry fue decisivo para cambiar la dinámica del partido y demostrar por qué está entre los tres nominados a mejor jugador de Europa con Cristiano Ronaldo y Lionel Messi.

El francés inició su recital personal en el minuto 12 al lanzar un centro milimétrico al área. Arjen Robben hizo honor a la asistencia y definió al primer toque por encima del arquero Ter Stegen. Un primer gol de la Bundesliga para enmarcar.

Cuatro minutos después, Ribéry tuvo su parte también en el segundo tanto, conectando en el área chica un centro que el arquero rechazó a los pies de Mandzukic. El croata no perdonó y abrió su cuenta personal.

GUARDIOLA SE QUITÓ LA PRESIÓN A cinco del entretiempo, sin embargo, el venezolano Juan Arango lanzó un centro que el brasileño Dante envió a propia puerta ante la salida del arquero.

La tensión era máxima e incluso el gol de la tranquilidad llegó con polémica después de dos penales seguidos para el Bayern. Ter Stegen contuvo el primero a Thomas Müller, pero en el rechace Álvaro Domínguez controló el balón con la mano. Esta vez fue David Alaba quien lanzó desde los 11 metros y marcó el 3-1 definitivo.

Guardiola se quitó así parte de la presión que arrastra por el histórico triplete de su predecesor, Jupp Heynckes, y por la derrota que sufrió en la final de la Supercopa Alemana ante su principal rival, el Borussia Dortmund. Era el primer título y el primer partido oficial que jugaba. Otro traspié hoy le habría pesado demasiado.