MARÍA JOSÉ FERMI @majofermi Enviada especial a Tailandia

Ya tienen casi dos meses fuera, pero al Perú lo sienten más cerca que nunca. A pesar de estar en la lejana Tailandia, nuestras chicas viven rodeadas de Perú. Para empezar, siempre están vestidas con el uniforme: si no es el oficial, es el de entrenamiento; si no es el de entrenamiento, es el de paseo; y si no es el de paseo, también está el buzo. Quizás sus pijamas son las únicas prendas que no tienen estampadas las cuatro letras a las que le cantaba el Zambo Cavero.

A estas chicas de tanto llevar el escudo bordado en la camiseta, se les tatuó en el corazón. En todo lo que hacen, dentro y fuera de la cancha, está presente su país.

Apenas terminó el partido contra Italia, la selección chapó micro, robo cámara y, después de escuchar un ‘Mamá te amo’ de Shiamara Almeida, vino puro Perú, Perú, Perú. “Esto se lo dedicamos a toda la gente”, dijo Ángela Leyva. “Feliz 28”, dijo Rosa Valiente. Así como los partidos, no hay entrenamiento que no termine con un ‘Arriba Perú’ bien gritado por todas.

AL SON DE PERÚ Cuando se suben al bus se escucha música criolla. De regreso al hotel suenan los ritmos afroperuanos. Y se saben las letras de todas las canciones. Las cantan, las bailan. ¿Cuántas chicas de 16 o 17 años cantan Eva Ayllón de memoria? Las nuestras lo hacen.

El cuarto de Natalia Málaga está lleno de pancartas dibujadas por la selección. Escriben sobre sus motivaciones, sobre sus retos. Y entre más de 20 frases no falta un: “Si no pueden las piernas, puede el corazón”, “Recordemos que tenemos un compromiso con el Perú”.

ESCOLTA DEPORTIVA Ahora en Tailandia, estas son unas Fiestas Patrias diferentes para las menores. Se resignaron a no tener feriados ni vacaciones y a pasarlo lejos de la familia. Pero lo que sí no aceptaron fue pasar un 28 de julio sin desfile ni escolta. Desde que estaban en Polonia decidieron que ellas mismas marcharían en su propia comparsa. Hilary Palma organizó la movida. Aunque de todas las chicas solo Andrea Urrutia ha formado parte de la escolta de su colegio, el equipo entero se apuntó. Algunas, como Luciana del Valle y Maguilaura Frías, desfilaban por primera vez en su vida. Pero para nuestras chicas, el 28 de julio no va a pasar como cualquier día más.

En la puerta del hotel de Tailandia marcharon. Formaron filas, hicieron distancia, agarraron una bandera peruana y no hubo quién las pare. Hasta improvisaron unas tamborileras que chocaban palitos de plástico en vez de batutas para hacer sonar la música marcial y así se fueron por todo el frontis del hotel: felices y peruanísimas.