Una enorme bandera estrellada flameará alto sobre el estadio de tenis más grande del mundo. Los Marines, vestidos de gala con guantes blancos, sostendrán una enorme bandera de barras y estrellas y cubrirán con ella casi la totalidad del estadio Arthur Ashe, el escenario principal del último Grand Slam del año.

Antes de la final femenina del domingo, figuras del espectáculo entonarán el tradicional God Bless America de la conocida compositora Irving Berlin, mientras que al día siguiente, en la final masculina, sonará America the Beatiful. A pesar de que no son himnos oficiales de Estados Unidos, ambas canciones patrióticas son muy populares.

Lo que antes del 2001 representaba apenas una formalidad, esta vez estará cargado de simbología. La final femenina tendrá lugar el 11 de septiembre, exactamente en el décimo aniversario de los atentados terroristas que conmocionaron Nueva York, Washington y el mundo entero. La asociación estadounidense de tenis (USTA) se sumará a los numerosos actos conmemorativos en los que se recordará a las víctimas que murieron en el World Trade Center, en el Pentágono y en los aviones estrellados.

EL ESTADIO En el estadio, con capacidad para 24.000 espectadores, será inscripta la fecha 9-11-01, en un acto que será visto mundialmente por televisión. Además, en el anillo superior del estadio, el logo de la USTA será reemplazado por un logo recordatorio desarrollado por la ciudad de Nueva York.

Si la lluvia lo permite y no hay nuevos retrasos, los finalistas masculinos ingresarán al estadio acompañados por un batallón de policías, bomberos y colaboradores de la autoridad portuaria de Nueva York, dueña del World Trade Center. En el cielo, aviones militares sobrevolarán el estadio.

El domingo la ceremonia será conducida por la artista Queen Latifah, al igual que lo hizo en 2002, cuando se cumplía el primer aniversario de los atentados.