David Cubas ha sido campeón nacional. (Foto: Alonso Chero)
David Cubas ha sido campeón nacional. (Foto: Alonso Chero)
Marco Quilca León

Dicen que los amores verdaderos, esos que duran toda la vida, se dan de manera inesperada. Fortuita. David Cubas inició su idilio con la lucha así. Tenía nueve años cuando siguió a sus amigos hacia un programa del IPD (Instituto Peruano del Deporte) y entraría, por primera vez, a un gimnasio a practicar lucha olímpica. Hoy, 31 años después, David enseña todo lo que aprendió a lo largo de su carrera a su hijo y otros chicos en la academia que abrió en Santa Anita.

¿Cómo fueron tus inicios?

Empecé a los nueve años. En mi barrio, San Martín de Porres, había una academia del IPD y vi que entraba mucha gente. Yo ingresé con ellos sin saber en lo que me estaba metiendo. Lo que tenía claro es que quería probar algún otro deporte que no sea el fútbol. Cuando entré vi que había materiales de gimnasio como colchoneta, pesas y esas cosas.

Ese fue tu primer golpe con el deporte de lucha

Sí, fue amor a primera vista. Porque todo me parecía alucinante. Luego, llegó el entrenador y nos mandó a correr. Siempre he dicho que todo lo que me pasó fue algo fortuito, pero bonito. Fue el destino. Porque, a pesar de nunca haber practicado lucha olímpica, todo me salía bien. Me nacía. Lo hacía tan bien que recibía elogios.

Tus otros dos hermanos también son luchadores. Uno de ellos, incluso, es mayor que tú. ¿Cómo así empezaste a practicar el deporte sin saber nada?

Enrique, que es mi hermano mayor, siempre ha sido muy reservado. Él era luchador, pero nadie en la familia sabía de eso. Cuando yo empecé a ir a los entrenamientos no estaba enterado que él estaba metido en el deporte de lucha. Luego me enteré y recibí todo el apoyo de su parte.

Y luego se convirtió en un deporte familiar...

Sí. Ya luego vino mi hermano Andy. Y formamos una trilogía que le hemos dado muchas medallas y campeonatos al Perú. Se hizo como un legado. Además, ahora mi hijo también es luchador.

¿Cómo le va a tu hijo?

Ryan tiene 17 años, él está en el estilo de lucha grecorromano en la categoría junior (18–20 años). Hace unos días mis alumnos, en el que estuvo mi hijo, viajaron a un campeonato Panamericano en Guatemala. Lograron dos medallas de bronce.

Ryan Cubas obtuvo una medalla de bronca en el campeonato Panamericano en Guatemala.
Ryan Cubas obtuvo una medalla de bronca en el campeonato Panamericano en Guatemala.

Mucha gente tiene un mal concepto sobre la lucha. ¿Qué valores te enseña?

La disciplina, el trabajo constante, la perseverancia y, sobre todo, el respeto hacia el rival. Muchos creen que luchar es perderle el respeto a tu contrincante, pero no es así. Lo que trato de enseñar en mi academia es todo lo contrario. La lucha es una terapia de personalidad. Sales con una mentalidad distinta a los demás.

Empezaste en lucha olímpica, pero luego optaste por las artes marciales mixtas. ¿Cómo fue esa transición?

Fue en una etapa en la que ya estaba por retirarme. Llegó un momento en la selección que yo ya no tenía rivales de mi categoría. Los más chicos nos querías pelear conmigo porque tenían demasiado respeto. Ahí decidí que era momento de darle paso a los nuevos valores.

¿Qué enseñas en tu academia?

Lucha olímpica, que es mi base. Luego, ellos eligen qué tipo de pelea elegir.

David Cubas en su acadamia. (Foto: Alonso Chero)
David Cubas en su acadamia. (Foto: Alonso Chero)

¿Cómo así decidiste crear una academia?

Yo he sido entrenador de lucha en diferentes lugares. En la policía nacional, colegios particulares, IPD, gimnasios. Siempre tuve la visión de poner mi escuela. Veía que mis alumnos tenían condiciones, pero carecían de dinero para pagar la mensualidad. Entonces yo quería darles la oportunidad de que crezcan.

¿Cómo ayudas con tu academia?

Mi escuela funciona como una ONG. Los muchachos mayores apoyan en la escuela con una mensualidad, eso sirve para solventar los gastos de los que no pueden pagar. A ellos les doy becas. Mi intención nunca ha sido tener ingresos, sino enseñar lo que sé y ayudar a los muchachos de mi zona, en Santa Anita.

¿Qué les transmites en tu academia?

Los valores que te señalé. Y luego viene el patriotismo, el sentirse orgulloso cuando uno representa al país en un torneo afuera. Eso ayuda a que quieran siempre traer medallas. He tenido el orgullo de que alumnos míos lo logren.

¿Tuviste algún problema de comportamiento con algún alumno?

Algunos. Lo que pasa es que hay muchos factores externos que influyen en el comportamiento de los chicos, sobre todo los adolescentes. Pero, como te dije, siempre trato de enseñarles los valores y ellos deben respetar a todos por igual. En realidad, no es que tenga inconvenientes con los alumnos, tengo más problemas por el hecho que mi academia no cuenta con apoyo. En el Perú hay talento en la lucha, lo que no hay es apoyo.

Cubas también tiene el apoyo de otro profesor para dividirse el trabajo. (Foto: Alonso Chero)
Cubas también tiene el apoyo de otro profesor para dividirse el trabajo. (Foto: Alonso Chero)

¿Cómo así?

Como te dije, hace unos días mis alumnos ganaron dos medallas de bronce. Sin embargo, nuestro esfuerzo es limitado ya que no contamos con mucho apoyo. Yo hago un llamado a la Municipalidad de Santa Anita para que me ayuden a sacar adelante a estos muchachos y así tengan una visión de vida diferente.

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