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Dean Ambrose: la gran amenaza para Roman Reigns en WrestleMania - 2

Olvidémonos que son guionizados. Su carácter unidimensional. La resistencia del público. Su oratoria poco más que mediocre. Volver a tener que superar a Brock Lesnar con tal de ser campeón. Y un camino pedregoso para ser el estelar en WrestleMania 32. Nada de eso es la mayor amenaza que enfrenta Roman Reigns en

La 'bestia negra' para el de familia samoana es su mejor amigo. Ambrose y Reigns sostienen una gran amistad dentro y fuera de WWE. Y ambos tienen la oportunidad de ser retador al campeonato que porta Triple H. Esa sola idea lo único que hace tambalear todo el futuro estrellado de Roman. 

Como apunta el columnista de Bleacher Report Erik Beaston, Ambrose no tiene el físico imponente de su camarada, pero tiene un carisma que invierte el calificativo de lunático hacia algo positivo. Ese factor lo hace un candidato serio al puesto que WWE quiere que Reigns ocupe.

La popularidad de Dean es innata. Tiene la capacidad de generar energía en el público. Tiene un aura que no puede ser elaborado por el marketing. Es una versión especial de ese 'algo' que hizo de The Rock una gran estrella. Y tiene 'eso' que se intentó fabricar para Reigns desde el escritorio de los libretistas de WWE

Dean Ambrose cuenta con una popularidad innata, mientas que Reigns tiene una que tuvo que ser fabricada, y sin mayor brillo. (Foto: WWE)

El Día D para esta amistad llega en Fastlane. Un evento de pocas luces. Que solo aporta un 'retador a' en lugar de plantear una lucha estelar. Pero que incluirá un enfrentamiento esperado entre los ex The Shield. Y ese va a ser el momento bisagra. ´

El resultado se ve evidente. Lesnar saldrá del cuadro. Probablemente por intervención de The Wyatt Family. Reigns vencerá. Y Ambrose seguirá siendo parte de las luchas de media cartelera, aunque como campeón de WWE. Pero esto resulta y resultará molesto. 

En Royal Rumble, el público aplaudió cuando Reigns fue eliminado. Cuando solo quedaban él, Triple H y Ambrose, este último era el aupado. Era evidente a quien es a quien querían ver como campeón. Y esta no es la primera vez que resulta obvia la comparación. 

Su 'guerra fría' fortuita se repite casi a diario. Son como hermanos que se quieren, pero luchan por llamar la atención y tener la aprobación del padre. 

Lo cierto es que, como argumenta Beaston, Ambrose es a quien WWE quiere como 'rostro de la empresa', pero personificado en Roman Reigns. Y está a punto de sacrificar a alguien popular y talentoso, que acaba de culminar una pulcra rivalidad con Kevin Owens, con tal de que su enfoque se imponga como el estelar de WrestleMania

Lo único que se puede esperar es que: WWE se de cuenta que Reigns será opacado por Ambrose. Deje de preguntarse qué hace mal para que Reigns no conecte con el público. Tome la dirección creativa razonable para hacer de Reigns alguien que simplemente conecte y no sea el amado. Y esperar a que no sea el tiempo quien le haga entender las cosas. Ahora, regresemos a los guiones. 

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