Después de cinco años aposentado en Sudamérica, el Dakar mantiene su espíritu nómada y, tras conseguir que en la próxima edición la prueba pase por Bolivia, su director, Etienne Lavigne, tiene entre ceja y ceja que el rally más duro del mundo llegue a Brasil.
La cabeza de Lavigne no para de dar vueltas para diseñar un recorrido diferente cada año y, por ello, reconoce, en una entrevista concedida a EFE, que uno de los objetivos de la organización es pisar, a medio plazo, la zona sur de Brasil y pasar por las espectaculares cataratas de Iguazú.
“Podemos cambiar cada año y tenemos ideas en el sur de Brasil, en la región de Curitiba y, por qué no, queremos imaginar un recorrido con una entrada en Foz de Iguazú. Tenemos muchas ideas explica. El símbolo del Dakar es el nómada y estamos permanentemente buscando e imaginando nuevos recorridos, nuevos países donde pueda pasar la carrera”, dijo.
ARGENTINA Y CHILE SON FIJOS Con este espíritu se presenta la edición de 2014, que se disputará del 5 al 18 de enero y que por primera vez pisará territorio boliviano, además de volver a pasar por Argentina y Chile, dos países que, según Lavigne, siempre forman parte del recorrido porque ofrecen las mejores condiciones para acoger la carrera.
Argentina y Chile son los países que nos han apoyado desde el principio que nos instalamos en Suramérica. Tenemos una relación muy fuerte con sus gobiernos, señaló.
Bolivia sustituye así a Perú, que el año pasado albergó la salida de la carrera, un cambio que, según su opinión, añadirá emoción a la prueba con dos etapas espectaculares, una de ellas un maratón en la que los pilotos de motos no gozarán de asistencia en carrera.
Tenemos muchas expectativas con las dos etapas que se realizarán en Bolivia, porque es un paisaje espectacular y para la competencia de las motos será muy interesante, resalta.
DIFÍCIL VOLVER AL SAHARA Pese a la instauración del rally en Suramérica, Lavigne no se olvida de África, territorio genuino del Dakar que, debido a los problemas de seguridad, la organización se vio obligada a dejar en 2008 de manera indefinida.
En este sentido, niega que la carrera esté instalada definitivamente en el continente americano, si bien admite que, a día de hoy, ve imposible volver a pasar por las dunas del desierto del Sahara.
Asimismo, el cambio de continente ha provocado que cada vez se inscriban más participantes sudamericanos. Prueba de ello es que, en 2013, un 27 % de los pilotos provenían de países latinoamericanos, seis puntos más que el porcentaje de 2012.