Marcelo Luna es brasileño, tiene 34 años y se dedica a surfear olas gigantes que miden hasta 22 metros de altura. Él está entre los mejores tablistas del mundo que se dedican a esto y vive en este momento en Nazaré, Portugal. Las olas más grandes están allá. (Foto: personal)
Marcelo Luna es brasileño, tiene 34 años y se dedica a surfear olas gigantes que miden hasta 22 metros de altura. Él está entre los mejores tablistas del mundo que se dedican a esto y vive en este momento en Nazaré, Portugal. Las olas más grandes están allá. (Foto: personal)
Redacción DT

Por: Kenyi Peña Andrade:

Sócrates decía que el miedo a la muerte es irracional. Ya que hasta morir, el ser humano no la experimenta y es imposible que tema lo que no se conoce. Al filósofo griego lo contradice la vida de Marcelo Luna. El surfista brasileño mira a la muerte de frente a los ojos. Y lo hace viajando por el planeta y dominando olas monstruosas de 22 metros. Para el mundo, está loco. Él está seguro de que es un embajador de Dios en la tierra. Que esté vivo es un milagro, cómo no creerle.

— ¿Desde qué edad practicas el surf?
Comencé a surfear a los 16 años. Yo viví en la Universidad San Bernardo de Sao Paulo y no tenía una playa cerca. Un día un amigo me vio manejando skate y me dijo que le gustaba cómo lo hacía y me preguntó si quería surfear. Me llevó al mar y así comenzó esta pasión.

— ¿En qué momento cambiaste las olas normales por las que miden 22 metros?
Siempre admiré las olas gigantes, porque tienen un poder increíble. El tiempo pasó y no estaba contento con surfear olas normales. Empecé a trabajar en mi empresa inmobiliaria para costear mis objetivos de montar las olas más grandes del mundo. Tres años atrás estuve en Nazaré, donde están las olas más grandes del mundo, y confirmé que esto era vida.

— ¿Qué te dijeron tu familia y amigos al tomar esta decisión?
Mi mamá siempre estuvo de mi lado y es lo más importante. Mis amigos me dijeron que estaba loco [risas]. Yo sabía que era capaz de hacer esto y dejé de lado las críticas.

Las mejores maniobras de Marcelo Luna en Nazaré, Portugal.

— ¿Qué intentas demostrar?
Es una forma de demostrar que Dios existe y puede cambiar toda tu vida si crees en él. Tuve una infancia muy ruin y mi intención es influenciar a los niños a hacer lo que más les gusta y alejarlos de las drogas y el alcohol. Espero que mi vida sea una inspiración.

— ¿Tuviste problemas con las drogas o el alcohol?
Cuando era más joven, tuve problemas con el alcohol. Eso me motiva a ayudar a los más chicos a escapar de esto.

— ¿Qué sensación tienes al momento de estar encima de las olas gigantes?
Es algo indescriptible. Una vez arriba de la ola me siento vivo y compruebo mi propósito en el mundo. Es como volver a nacer.

— ¿Le tienes miedo a la muerte?
No, para nada. Al contrario, siento que voy a morirme feliz haciendo esto.

— ¿Entonces a qué le temes?
A varias cosas, pero el miedo es mi alimento y me ayuda a seguir adelante.

— ¿Cuál es el peor accidente que tuviste?
Lo más grave fue en Nazaré en el último noviembre, fue como si un monstruo me tragara. Estaba surfeando correctamente, pero una ola gigante me tiró abajo. Luego, cuatro olas inmensas me golpearon en la cabeza y tres más en la arena. Fue la peor situación que pasé en mi vida. Después me levanté y me metí al mar para surfear de nuevo [risas].

— ¿Qué pasa por tu mente cuando la ola te sumerge en el fondo del mar?
Nada. Procuro aplicar lo entrenado en estos casos y converso con Dios. Evito pensar en la muerte. Pienso en la otra ola que montaré cuando me reponga.

— ¿Qué medidas de seguridad tomas?
Uso un chaleco salvavidas y otro para que me proteja de los golpes. Además de dos esquís de seguridad y una persona afuera del mar que se comunica conmigo en todo momento.

Marcelo empezando un día de entrenamiento.
Marcelo empezando un día de entrenamiento.

— ¿Ganas buen dinero haciendo esto?
Actualmente estoy dentro de los siete surfistas más conocidos en el mundo. Soy el segundo o tercer surfista más famoso de olas gigantes y eso me ayuda a tener visibilidad en las revistas y diarios internacionales. Eso provoca que varias marcas y patrocinadores se interesen en mí. No se gana mucho dinero, pero me alcanza para vivir.

— ¿Qué récord quisieras cumplir en el futuro?
Me gustaría mucho surfear la mayor ola del mundo, que debe nacer en Nazaré, y quede registrado en el Guinness. Eso ya dependerá del mar. Por ahora estoy tranquilo con mi carrera.

— ¿Te retirarás de esto algún día cercano?
No pienso en eso. Es tiempo para continuar y cumplir mis objetivos. Quiero hacer esto por muchos años más, tal vez hasta los 50 [risas].

Marcelo Luna surfea olas gigantes desde hace 24 meses.
Marcelo Luna surfea olas gigantes desde hace 24 meses.

— ¿Te has dado cuenta de que las olas que montas son casi apocalípticas?
Tengo conciencia de lo que hago. Sé que son olas apocalípticas y no tengo otra misión en la vida. Al final todos vamos a morir e intentar y sé que la próxima ola puede ser la última de mi vida. Prefiero eso a no intentarlo y quedarme de brazos cruzados.

— ¿Qué es lo más loco que te han dicho cuando se enteran de lo que haces?
Normalmente cuando me preguntan qué hago por la vida, yo les respondo que soy surfista de olas gigantes. No me creen ni se imaginan lo que es una ola gigante. Luego ven las fotos y videos en donde estoy encima de la ola y se van espantados [risas]. Dicen que no lo haga más.

— ¿Qué les dirías a las personas que quieren imitarte?
Les diría que no lo intenten [risas]. Es muy peligroso esto y no se debe imitar a menos que hayas nacido para esto.

— Imagino que debes ser muy bueno también bajo el agua.
Claro que sí. Soy experto nadando y además puedo aguantar cuatro minutos con nueve segundos sin respirar debajo del agua.

— ¿Qué mensaje le darías a la gente del Perú?
Me gusta mucho el Perú. Estuve en Punta Hermosa en mayo del 2015 y me encantaron el país y su gente, fui muy bien recibido. Es muy grato hablar con ustedes.

— ¿Ahora a qué país te vas?
Pienso quedarme en Nazaré para surfear toda la temporada de olas gigantes que comienza en octubre.

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