Nadal arrolló a Ferrer y está a un triunfo de asegurar el número uno 2013

El español Rafael Nadal quedó hoy a un paso de asegurarse el número uno del mundo de la temporada 2013 al derrotar a su compatriota David Ferrer por 6-3 y 6-2 en el Masters de Londres.

Una derrota del serbio Novak Djokovic esta noche ante el suizo Roger Federer confirmaría a Nadal como número uno de la temporada, logro que ya alcanzó en 2008 y 2010. Si el ganador hoy es Djokovic, Nadal tendrá en sus manos derrotar el jueves al suizo Stranislas Wawrinka para cerrar el año como líder.

Con la victoria de hoy, Nadal se aseguró ya 12.230 puntos en el cierre de la temporada. Si Djokovic perdiera ante Federer, el máximo que podría lograr es un puntaje de 11.910.

RAFA NO TUVO RIVAL El partido jugado hoy en el impecable escenario techado del O2 Arena de Londres fue mucho menos atractivo que la semifinal que Ferrer le ganó a Nadal cuatro días atrás en Paris-Bercy.

El ocho veces campeón de Roland Garros se llevó el primer set en 34 minutos tras quebrarle el servicio tres veces a Ferrer, que abrió el parcial cediendo su saque y enseguida recuperó la desventaja imponiéndose al de su adversario.

Pero Ferrer estaba lejos del Ferrer de París, en tanto que Nadal mostraba un juego cada vez más sólido, aunque sin excesivo brillo. Rafa está comenzando a arrasar, mientras que a Ferrer parece habérsele olvidado hoy tomarse su doble espresso, twitteó el ex tenista estadounidense Brad Gilbert, comentarista de ESPN.

No estaba errado el ex ‘top ten’, casi podía pensarse que Ferrer ni siquiera había desayunado, porque tras ceder el set inicial, el número tres del mundo terminó de desfondarse y pronto se encontró 5-0 abajo.

Una derecha larga de Nadal le permitió a Ferrer ganar su saque y capturar su primer juego en el parcial. Luego quebró el servicio de Nadal por segunda vez en el choque, aunque lo único que logró fue demorar un par de minutos la derrota.

Con una derecha estrellada en la red, Ferrer le dio el triunfo a Nadal, que, iluminado como una estrella por el juego de luces y los tonos azul cálido del O2 Arena tenía cada vez más rostro de número uno.