El español Rafael Nadal quiere pasar la página de su primera derrota en una década en el torneo de tenis de Montecarlo buscando su séptimo trofeo en Barcelona, donde debuta el miércoles como defensor del título.

La final de Montecarlo no cambia nada, señaló el número cinco del mundo tras perder el domingo ante el serbio Novak Djokovic por 6-2 y 7-6 (7-1) en la final de Montecarlo, donde buscaba un inédito noveno título consecutivo.

Ayer no acabé ni triste ni enfadado. Competir con el jugador más en forma del momento y tener opciones de ganar el segundo set y, si lo consigo, ganar el partido, es para estar satisfecho, dijo Nadal, que debutará el miércoles en Barcelona ante el ganador del duelo entre el argentino Carlos Berlocq y el español Daniel Gimeno-Traver.

El ex número uno del mundo regresó en febrero a las pistas después de siete meses apartado por una doble lesión de rodilla. Y lo hizo de modo casi arrollador: cinco finales en cinco torneos y tres títulos: Sao Paulo, Acapulco e Indian Wells.

Si me dicen hace cuatro meses que hubiera jugado cinco finales seguidas, habría llorado de emoción, señaló Nadal en la rueda de prensa previa al torneo de Barcelona. Estoy feliz por poder jugar contra los mejores del mundo otra vez y jugar con opciones reales. Es muy, muy importante para mí, es fantástico, agregó.

El español jugará los torneos de Barcelona, Madrid y Roma antes de Roland Garros, el segundo Grand Slam de la temporada y uno de los certámenes favoritos de Nadal. El número cinco del ranking ganó siete de las últimas ocho ediciones del Abierto francés, donde sólo exhibe una derrota en los octavos de final de 2009.