MARÍA JOSÉ FERMI

Víctor Chávez (39) ha logrado que Pilar Jáuregui (25) y Julia Zegarra (40) puedan correr. Sentadas sobre las sillas que él mismo ha diseñado, ambas giran sobre dos ruedas por la vida. La vida de un discapacitado en Lima: sin veredas para andar por la calle, casi sin un transporte público accesible y con cientos de trabajos que les cierran las puertas por su discapacidad.

Pero ni Víctor, ni Pilar ni Julia hacen caso. Ellos han encontrado una forma de ser libres; de ir a mil por hora sin preocupaciones de chocarse contra los prejuicios. ¿Dónde? Pues en una cancha de básquet. Pilar y Julia vuelan de un lado a otro dando botes y metiendo canastas. Se ríen, se enfadan, se ponen piconas… Viven. Víctor lo hace posible construyendo sus sillas de ruedas a medida. Cada una soldada por él mismo según la persona, su condición física y el deporte al que se dedica. A la suya hasta le ha puesto amortiguadores para cuidar sus riñones.

Las chicas, subidas sobre las sillas de Víctor y acompañadas por sus compañeras de la selección peruana, lograron en agosto la clasificación al Mundial de baloncesto paralímpico del próximo año. Lo lograron prácticamente solas. El apoyo por parte del Estado para el deporte adaptado es difícil de obtener. No tienen una Federación, no tienen un adecuado sustento económico para la práctica deportiva, no tienen la ayuda en sus trabajos para poder asistir a los entrenamientos. A pesar de todo, la luchan. Y la consiguen. En el 2014, Canadá verá a Pilar y Julia y a los bólidos diseñados por Víctor rodando con la selección peruana en el Mundial de baloncesto sobre silla de ruedas. Siempre hacia adelante, siempre anotándole puntos a la vida.