Renzo Gómez Vega

Si , el mejor triplero de la historia, desea conseguir la unanimidad de la platea debe hacer dos cosas: ser influyente en estas finales, y jamonearse menos.

El base, que mastica su protector bucal antes de lanzar los tiros libres, es un showman. Un hombre hecho a la medida de la NBA: juega y da espectáculo.

Por eso luego de un triple o de una asistencia a Klay Thompson, su ‘Scottie Pippen’, gira su cuello o se da media vuelta con esa arrogancia encantadora que solo despiden los genios como ‘Magic’ Johnson o Allen Iverson. Curry comparte ese linaje, proviene del mismo tronco. Pero mal haría en abusar de aquel gesto ante .

Stephen Curry, más conocido como el 'chef', es indiscutiblemente el mejor encestador de tres puntos de la historia de la NBA. (Foto: Getty Images)
Stephen Curry, más conocido como el 'chef', es indiscutiblemente el mejor encestador de tres puntos de la historia de la NBA. (Foto: Getty Images)

Por un detalle que no es metafórico: no debe perderlos de vista. Sucedió en el primer partido de las finales de la NBA hace dos noches en el Chase Center de San Francisco, California.

Curry encestó 21 puntos en el primer cuarto (dieciocho de ellos fueron triples), y entonces comenzó a “cancherear”. Pero no los desconcentró como a los , sino más bien los enfocó. Los Celtics son un equipo serio que raras veces se desconcentra y ‘se va del partido’.

Cuando llegó el último cuarto, los Golden State Warriors le habían sacado una ventaja a los Celtics de doce puntos. Cometieron el pecadillo de relajarse y despertar a la bestia de tres cabezas: Jayson Tatum, Jaylen Brown y Marcus Smart. Pero también a un veterano que había esperado demasiado tiempo para sus primeras finales de la NBA: el dominicano Al Horford que, con 36 años encima, encajó 26 puntos y seis triples.

El partido terminó 120 a 108 a favor de los Celtics. Es decir, en los últimos doce minutos del partido, acabaron con doce puntos más que los Warriors luego de iniciar el periodo final con doce puntos menos que ellos. Impensado para cualquier análisis previo. Los californianos lucieron descorazonados al ver cómo su tridente bajó los brazos a falta de cinco minutos.

El dominicano Al Horford, pívot de los Celtics, está disputando sus primeras finales de la NBA en su temporada número 15, y con 36 años a cuestas. (Getty Images)
El dominicano Al Horford, pívot de los Celtics, está disputando sus primeras finales de la NBA en su temporada número 15, y con 36 años a cuestas. (Getty Images)

Ni Curry, ni Klay Thompson ni Draymond Green fueron capaces de enrumbar el juego. Los Celtics, el mejor visitante de la temporada, les dio de su propio ponche: los eliminó con triples. Fueron más francotiradores que los francotiradores en su propia casa. Y eso es una canasta derechita al orgullo.

—Resurgimiento—

Han pasado doce años desde que los Boston Celtics lucharon por su último anillo de la NBA. de los Lakers se los arrebató con un recordado 4-3, allá por el 2010. Aquel capítulo marcó el final del ‘Big Three’ integrado por Ray Allen, Kevin Garnett y Paul Pierce.

Desde entonces, Boston inició una reestructuración que, como tal, demandó altas dosis de paciencia. Costó hacerse a un lado en la Conferencia Este. Sobre todo para un gigante que ha conquistado en diecisiete ocasiones la Liga de baloncesto más fantástica del globo.

Este regreso triunfal se lo deben, en gran medida, a un alero de 24 años que curiosamente se enamoró de este deporte admirando al principal enemigo de la franquicia en este siglo: Kobe Bryant.

Jamás Jayson Tatum ha ocultado su devoción hacia la ‘Mamba negra’. De hecho, le dio estocada a los Miami Heats en las finales de la Conferencia Este, llevando al gran Bryant en el brazo izquierdo. Tatum se ajustó el brazalete morado, con el ‘24′ en dorado, que Kobe engrandeciera.

Esta noche (7:00 p.m.), los Celtics visitarán nuevamente el Chase Center. Curry hizo un tibio mea culpa, consciente de que una nueva caída de local pondría todo cuesta arriba: “debemos aprender mucho de ese cuarto periodo. Las rotaciones defensivas han sido lentas. Recuperaremos el impulso”.

Los Warriors, que han ganado tres anillos en los últimos siete años, han levantado vuelo otra vez: no disputaban una final desde el 2019. Si Curry pretende apagar a sus haters definitivamente y ponerse al lado de tendrá que bajarle un cambio a su petulancia. Con los Celtics no se juega. ¡Habrase visto!

Renzo Gómez Vega es periodista de Deporte Total.

Contenido Sugerido

Contenido GEC