Portugal: Fernando Santos, el triunfo de la sencillez
Portugal: Fernando Santos, el triunfo de la sencillez
Redacción EC

está cerca de llevar al Olimpo del fútbol europeo a la selección de Portugal, que se mide en la final del domingo al anfitrión Francia, con la misma afabilidad y sencillez con la que se relaciona con sus jugadores.

Santos (Lisboa, 1954) es un entrenador contracorriente en muchos aspectos. No se da mucha importancia, ni atosiga a sus jugadores con soflamas incendiarias, ni tampoco se considera un visionario táctico. Es realista y pragmático, y también ambicioso.

"Portugal no es favorito en principio, pero creo que tiene todas las condiciones y la obligación de luchar por la conquista del título", comentó en una reciente entrevista concedida a EFE.

Fernando Santos es dicharachero, pero también cortante cuando las situaciones lo requieren. Gesticula mucho con la boca y tiene una voz grave. Ante preguntas incómodas, muestra una media sonrisa irónica.

Su forma campechana de estar en la vida ha cautivado a todos los portugueses, empezando por los 23 convocados al campeonato de Europa de Francia.

A pesar de que su currículum no es el de José Mourinho, Santos se ha ganado las cabezas y los corazones de las estrellas millonarias del combinado de "las quinas", sobre todo del capitán Cristiano Ronaldo, pero también de otros pesos pesados como Ricardo Quaresma.

Fernando Santos, el triunfo de la sencillez. (Foto: Reuters)

"Es fundamental llegar a tus jugadores mentalmente, ser un conductor del grupo", explicaba a EFE Santos.

En su larga carrera, entrenó a los tres grandes de Portugal (Benfica, Oporto y Sporting), además del Estoril y el Estrela de Amadora.

En Grecia, su segunda casa, dirigió al AEK Atenas, Panathinaikos y PAOK de Salónica.

Estuvo también al frente de la selección Helénica entre 2011 y 2014, a la que clasificó para la Eurocopa de 2012 -cayó en los cuartos ante Alemania- y el Mundial de 2014 -apeado en octavos en los penaltis contra Costa Rica-.

El mayor trofeo que ha cosechado como entrenador fue la Liga de Portugal que ganó en 1999 con el Oporto.

A los 61 años y sin hacer ruido, está a las puertas de vencer un gran torneo internacional.

Aunque los elogios a su persona y a su equipo son mayoritarios, las críticas al juego defensivo de Portugal le han dolido: "Hubo una fase en la que recibí más mensajes de Grecia que de Portugal", aseveró este miércoles, después de vencer en las semifinales al País de Gales por 2-0.

La visión pragmática de su fútbol no encaja con los puristas del fútbol de posesión de la época de Luis Figo y Rui Costa. Santos rebate los comentarios negativos con una frase: "No puedes imponer el mismo esquema de juego en todos los equipos".

Para él, lo importante es adaptarte a los jugadores que tienes. "El error está cuando queremos que Grecia juegue como España", incide.

La vena pragmática en la actual Portugal es evidente. No le importa ceder el balón, ni defender con uñas y dientes si es necesario.

Ingeniero eléctrico de profesión, casado y con dos hijos, Santos se dedicó al fútbol profesional, pero se retiró muy pronto, a los 21 años.

Jugó, como lateral derecho, en clubes como el Marítimo de Funchal y el Estoril.

Antes, en los años 70, llegó a ser canterano del club de sus amores, el Benfica.

Asegura que no haber sido futbolista de elite no le resta valor. "No es necesario haber sido un gran jugador para ser un gran entrenador. Dime cuántos futbolistas top han sido entrenadores top. Son la excepción", se ha defendido Santos.

Fernando Santos regresa este domingo a Saint Denis, el mismo estadio en el que debutó como seleccionador el 11 de octubre de 2014 ante la propia Francia. Esta vez no se trata de un amistoso y sí de la final del Europeo.

"En la charla que les di hace casi dos años les dije que nuestro objetivo era regresar a este estadio el 10 de julio. Y así ha sido", desveló el pragmático y ambicioso seleccionador luso en su última rueda de prensa.

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