¿Cómo le fue a Argentina desde que debutó Lionel Messi con la albiceleste?

Por Eliezer Benedetti
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Corre, presiona, lucha, pero no alcanza. Mete goles, da asistencias y regala hermosas jugadas... pero no alcanza. Lionel Messi es muchas veces el héroe, pero cuando “no alcanza” se convierte en el villano favorito en Argentina. Es amado, pero constantemente criticado. Siempre antagónico, Messi. Y es que detrás de él está toda la esperanza de una nación futbolera como pocas. En estos 14 años peleando, la deuda triunfadora con su selección sigue pendiente para él. Solo consiguió cuatro subcampeonatos.

Cuando Messi era aún muy joven -tenía 17 años- la vida le puso dos caminos, uno más iluminado que el otro, pero él optó ir por la vía más oscura: Argentina. Fue tentado constantemente por la selección española. Sin embargo, Leo declaró su amor eterno por su país, esperó sentado el llamado y en el 2004 tuvo su oportunidad con la Sub 20 en un amistoso con Paraguay. Se lució en aquel encuentro marcando un golazo, de esos que nos tiene acostumbrados a regalar.

Su brillo llegó un año después a la selección mayor, que en ese entonces la dirigía José Pekerman. Con él como entrenador, Messi disputó partidos amistosos, eliminatorias de Sudamérica y el Mundial Alemania 2006. ‘La Pulga’ pudo aportar en esos encuentros con dos goles y cuatro asistencias. No obstante, molesto, con los brazos cruzados y unas ganas enormes de jugar, presenció desde el banco su primera decepción con su selección en los cuartos de final de esa Copa del Mundo.

Tras la renuncia de Pekerman en setiembre del 2006, Alfio Basile asumió el mando por segunda vez. El ‘Coco’ dirigió a Messi en la Copa América 2007, donde el crack del Barcelona marcó dos goles y regaló una asistencia en el certamen disputado en Venezuela. La albiceleste alcanzó la final, pero cayó por goleada (3-0) contra Brasil y la frustración por perder en esa instancia dejó fantasmas en las siguientes ediciones.

En la era de Basile, Messi disputó ocho amistosos, en los cuales marcó tres goles y brindó tres asistencias. En las Eliminatorias para la clasificación a Sudáfrica 2010, el astro argentino aportó con tres tantos y dos asistencias en 10 partidos.

-Para olvidar-
En los dos siguientes ciclos, con Diego Armando Maradona (2008-2010) y Sergio Batista (2010-2011), Argentina fue cuesta abajo. El nivel gaucho había decaído demasiado, pero eso no fue impedimento para llegar a Sudáfrica 2010.

En aquel certamen mundial, Messi no estampó su firma goleadora, pero aportó con cuatro asistencias que solo le valieron para llegar hasta cuartos de final. En esa instancia, como en el 2006, la albiceleste cayó eliminada por su verdugo Alemania.

Tras el despido de Maradona, Batista llegó al mandato de la selección albiceleste con ilusión, pero terminó siendo una decepción más. Argentina fue anfitrión de la Copa América 2011 y, pese a ello, los resultados no reflejaron el apoyo incondicional de su pueblo.

Sin goles y con tres asistencias, Messi vuelve a ser insuficiente para su selección. Leo también defraudó al perder contra Uruguay en los cuartos de final.

Otra época decepcionante se llevó a cabo con Edgardo Bauza y Jorge Sampaoli. Con Bauza, el juego colectivo se mantuvo escaso y Argentina dependía de las individualidades. Los resultados de las eliminatorias a Rusia 2018 comenzaron a ser lamentables, por lo que su clasificación estuvo contra las cuerdas. Tras ello, Bauza fue reemplazado por Sampaoli.

Con el ‘Hombrecito’ la situación no cambió mucho. La clasificación casi se le escapa de las manos a Argentina, pero en la última y emocionante fecha contra Ecuador, una actuación descomunal de Messi, firmada con un hat trick, le dio el pase a Rusia 2018.

Ya en el Mundial, Leo volvió a ser insuficiente. Con un gol y dos asistencias, Messi y su selección se despidieron en octavos de final al caer ante Francia. Y una vez más las críticas llovieron.

-Cerca del título-

En todo este tiempo de sequía, Alejandro Sabella y Gerardo Martino rescataron el prestigio histórico de Argentina. En la era Sabella clasificaron primeros en las eliminatorias para Brasil 2014.

En la Copa, Messi brilló con cuatro goles en la fase de grupos para que Argentina clasifique primero a la siguiente ronda. En las fases finales, ‘La Pulga’ solo pudo aportar con una asistencia, pero su óptimo y habilidoso juego permitió que la Albiceleste llegar hasta la final. Ahí, en Río de Janeiro contra Alemania, la falta de contundencia se apoderó de los dirigidos por Sabella, lo cual le pasó factura en el tiempo extra. El recordado gol de Mario Götze apagó las esperanzas de todo el país gaucho.

Una final más perdida para Messi. Luego vendrían otras dos. Con Gerardo Martino al mando, Argentina seguía en su apogeo pero no lo pudo validarlo en títulos. En la Copa América 2015, el crack del Barcelona destacó en todos los partidos, aunque solo pudo transformar un gol y donar tres asistencias.

Llegó a la final del torneo para enfrentar a Chile. No pudo vencer en el encuentro, pero se esperaba que sí en los penales. Sin embargo, aquella definición errada de Messi ha sido sinónimo de un constante cargamontón hacia su persona. ‘La Pulga’ rompió en llanto y rechazó el premio a Mejor Jugador, que se le otorgó.

En la Copa América Centenario 2016, otra vez dirigidos por Martino, Argentina llegó a la final con un Messi imparable. Esa vez convirtió cinco goles y dio cuatro asistencias, lo que encaminó a la albiceleste a su segunda final consecutiva.

En su revancha contra Chile, la hazaña estuvo muy cerca. Sin embargo, el resto ya es historia repetida. Messi volvió a errar un penal y las críticas no tardaron en llegar. La maldición y los fantasmas del ‘10’ se hicieron presentes en otra final que lo llevaron a renunciar a su selección.

-La peor de todas-

La era de Lionel Scaloni es, quizá, la peor de todas. Una Argentina desconocida quedó fuera de carrera por el título de la presente Copa América al caer ante Brasil por 2-0. Con ello se acumulan 26 años de frustraciones para la Albiceleste.

Tras la nueva decepción, 'La Pulga' fue claro: "Hay una camada buena, importante, que quiere estar. Hay que darles tiempo y que crezcan. Ojalá se respete a estos chicos, porque hicieron un trabajo enorme y un sacrificio muy grande. Es el futuro, podemos estar tranquilos porque Argentina tiene (jugadores) para seguir creciendo”.

Un torneo más, otra opción desperdiciada. Las culpas vuelven a caer del lado de Messi. Está claro que algo falla en la selección argentina que no puede disfrutar en plenitud al mejor jugador del mundo.