¿Correr de día o correr de noche?
¿Correr de día o correr de noche?
Redacción EC

Al empezar a correr es muy común preguntarte si es mejor correr de día o correr de noche. Normalmente lo hacemos en el horario que mejor se acomoda a la rutina diaria, pero si tienes la facilidad de poder escoger uno de estos momentos acá les dejamos las ventajas y principales diferencias de uno y el otro.

VENTAJAS DE CORRER POR LA MAÑANA

En las mañanas aún no cargas el cansancio del día de trabajo o estudios, por ende solemos tener mayor disposición.

La frescura del día ayuda a no deshidratarnos fácilmente y reduce la fatiga, especialmente entre las 06:00 am y las 10:00 am.

Regula tu ritmo biológico, te vas acostumbrando hasta que se convierte en un hábito.

Si tu objetivo es bajar de peso, correr temprano ayuda a que durante el día el consumo calórico se incremente.

El ejercicio potencia la actividad mental, puede durar y ayudarte hasta la noche.

El estómago está más libre y ligero tras las horas de reposo de la noche.

En la mañana el aire es más puro y se aprovecha las principales horas de fotosíntesis de las plantas.

VENTAJAS DE CORRER POR LA NOCHE

Es más compatible para deportistas que les cuesta levantarse temprano, entrenar en la noche es una buena opción para no dejar de entrenar.

Se adapta con mayor facilidad que en las mañanas, especialmente si te toca correr más de 10 kilómetros. No cortas el desayuno.

Correr después de un día cansado de estudios o trabajo es muy relajante y te ayuda a eliminar el estrés.

Cuentas con la energía reservada que se genera por la ingesta de alimentos del día.

Correr unas horas antes de dormir te permite tener un sueño más profundo y tranquilo. Además de eliminar el estrés, ayuda a levantarse más relajado al día siguiente.

Cada momento del día tiene ventajas y también puede significar un sacrificio, no todos pensamos igual ni nuestros cuerpos responden de la misma forma. Puedes incluso variar tus rutinas para aprovechar lo mejor de cada momento.

Lo más importante es que no te mantengas inmóvil y salgas a sumar kilómetros. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá! 

Escribe Pablo Ulloa Neglia.

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