El gol de Raúl Ruidíaz le costó el puesto a Dunga como entrenador de Brasil. (Foto: Getty images)
El gol de Raúl Ruidíaz le costó el puesto a Dunga como entrenador de Brasil. (Foto: Getty images)
/ Jim Rogash
Pedro Canelo

Para vivir sus días más felices en la selección peruana, Raúl Ruidíaz siempre tuvo que preguntar la hora. Una semana antes de anotar el gol más largo durante el proceso de Ricardo Gareca con la selección peruana, ‘La Pulga’ se acercó apurado a un grupo de periodistas en la puerta del Hotel Westin de Seattle, esa ciudad de tradición musical donde la Blanquirroja comenzó a afinar su ritmo y estilo. En aquella concentración de 30 días en Estados Unidos, se construyó la base para los nuevos tiempos en el equipo bicolor, que clasificó al Mundial de Rusia 2018. Los horarios eran más rígidos y los permisos casi nulos; la idea de Gareca era renovar el plantel e instaurar una nueva idea de compromiso y disciplina. Perú le había ganado 1-0 a Haití en su debut por la Copa América Centenario y al día siguiente tocaba descanso. El ‘Tigre’ les pidió a sus dirigidos que vuelvan antes de las cuatro de la tarde para una charla técnica. Con bolsas de ropa que había comprado en un centro comercial al frente del hospedaje en la zona residencial de Bellevue, Ruidíaz se dirigió hacia los reporteros y algo nervioso consultó: “¿Ya son las 4?” Eran las 3:58 de la tarde de un 5 de junio del 2016. Faltaban siete días para que este delantero vuelva a contar, con el corazón en la mano, el paso de cada milésima de segundo.

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