Miguel Villegas

En el segundo piso del Hilton de Miraflores pasaba el tiempo rápido, pero en el WhatsApp de los futbolistas de la selección peruana de fútbol estaba detenido. Algunos, caso Yoshimar Yotún, seguían por TV la conferencia de prensa de despedida de Ricardo Gareca en la que dejaba frases como “No sé que estará pensando la FPF sobre el futuro”, “Había pensado en venir a Lima a vivir con mi familia” o “El señor Lozano fue una circunstancia”, y otros, caso Christian Cueva, evaluaban una postura personal -y furiosa- sobre esta negociación entre FPF y el Tigre en la que, más allá del ahorro de varios miles de dólares, hemos perdido todos. Un poco de fe -que no nos sobra-, otro poco de autoestima -bien escaso entre peruanos- y mirada de futuro -un tercer ciclo de este comando técnico quizá habría servido a nivel estructuras-. Pero de esto último ya nunca lo sabremos.

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