JOSÉ ROJAS GUTIÉRREZ

Mañana, en la tribuna sur del Estadio Nacional, los doscientos hinchas de la barra La Blanquirroja alentarán sin parar a la selección. Ganen, empaten o pierdan. Así lo promete Jair, uno de los fundadores de este grupo de hinchas incondicionales.

JAIR VILLANUEVA VENTO [miembro fundador de La Blanquirroja] Tengo 22 años, nací en Lima y estudio Administración en la Universidad San Ignacio de Loyola. Toda mi vida he sido fanático del fútbol y en el 2008 fundé, junto a dos primos, la primera barra oficial de la selección nacional: La Blanquirroja. En mis tiempos libres me gusta escribir y leer. Mi mayor virtud es la paciencia y mi peor defecto es la terquedad. Mi score para el partido de mañana es: Perú 1 – Uruguay 0. Gol de Paolo Guerrero. Si quieren saber más de nuestra barra, pueden buscarnos en Facebook. Solo escriban: La Blanquirroja (Oficial).

Ser hincha de la selección peruana de fútbol implica algo de masoquismo. Hasta para ganar hay que sufrir. “Creamos esta barra con la consigna de que la selección peruana nunca más jugará en silencio”, dice este hincha que jura lealtad a la bicolor.

— ¿Cómo nace esta pasión? Esta barra nació porque era algo que se le reclamaba mucho al hincha. Cuando jugaba Perú, se escuchaba solo a los jugadores. ¿El ambiental? ¡Nada! Yo creo que había gente que quería alentar, pero faltaba alguien que los organice. Además, la única manera que tenemos de apoyar a la selección es desde la tribuna.

— ¿Pero qué piensas de quienes van a ver a la selección y se quedan callados 90 minutos? Bueno, están en su derecho. Pero Perú solo juega cada tres meses aquí y creo que debes poner tu granito de arena. Te tienes que contagiar, no te puedes sentar a renegar o ver el partido frío. Sobre todo ahora que hay más de una barra. ¡Es imposible no entusiasmarte en el estadio!

— ¿Cómo reaccionó la gente en el estadio al inicio cuando los vieron? La primera vez que fuimos al estadio fue en el 2008, entramos a la tribuna sur del Monumental y la gente nos hizo un espacio casi al centro. Fue un partido frente a Colombia. Nosotros éramos trece personas con un bombo y la gente respondió muy bien, nos apoyaron a pesar de que en los días previos hubo una especie de campaña para no ir al estadio. En el partido anterior ocurrió el escándalo del Golf Los Incas.

— ¿Quiénes forman la barra? Son gente de todas partes, gente de Comas, de Villa María del Triunfo, de Surco, es bien plural. Hay también gente que viene de Ica y de Huancayo. Es más, uno de los más animosos es un chico que viene desde Huancayo solo para alentar a la selección.

— ¿Y cuántos han visto al Perú en un Mundial? Mañana van a estar más de 200 personas en la barra. Solo uno de los miembros ha visto al Perú en un Mundial, el resto somos jóvenes.

— Si nos eliminan, ¿seguirás alentando? Sí, y tendría que cantar el doble porque nosotros hemos hecho esto para que La Blanquirroja sea el sostén anímico de la selección. Uno cuando ama, ama en las buenas y en las malas, y cuando estás mal es cuando más apoyo necesitas. Ya pasamos la última eliminatoria y hemos vuelto.

— ¿Cómo se financian? En La Blanquirroja uno de los requisitos es que cada uno se pueda pagar su entrada. Aquí nosotros no regalamos entradas a nadie y si alguien necesita ayuda de la barra, se le puede apoyar, pero nosotros siempre compramos las entradas. Además tenemos un patronato: somos unas 30 personas que aportamos 10 soles mensuales, otros aportan más y ese es nuestro ingreso sostenido, también realizamos eventos para financiarnos. Para los viajes, si no juntamos mucho dinero, repartimos lo que tenemos y cada uno pone lo que resta.

— ¿Existen reglas en la barra? Sí. Por ejemplo: no decir de qué equipo eres, no usar la camiseta de tu equipo durante las reuniones, no generar violencia y brindar apoyo incondicional a La Blanquirroja. Eso lo planteamos desde la fundación para evitar conflictos.

— Cuéntame alguna anécdota… En el último partido contra Colombia, fuimos a recibir a la selección al hotel, recuerdo que estábamos afuera y frente a nosotros había un grupo de colombianos, nosotros empezamos a cantar y ellos también hicieron cánticos de bienvenida a nosotros, fue muy curioso. Afuera del estadio la gente se tomaba fotos con nosotros y dentro también había gente que se acercaba y nos saludaba. Fue increíble, un ambiente realmente amable.

— ¿Qué preparativos hay para el Perú-Uruguay? Bueno ahora vamos a tener unas 25 banderas ‘flameables’, vamos a tener banderas desplegables, a las que llaman ‘tripas’. También tendremos un movimiento especial de las banderas cuando entren al estadio. Contamos con tres banderas gigantes, antes teníamos solo una. Y, bueno, el papel picado de siempre, los contómetros y la banda. Va ser una salida mucho más espectacular que la anterior, como siempre lo hemos hecho en la barra, cada partido mejoramos y hacemos mucho más.

— ¿Qué sientes por la camiseta de la selección? Me genera nostalgia, ansiedad, amor y cuando estoy en el estadio algo de locura. Me toca mucho la selección. Yo he llorado en el estadio, me emociona demasiado.