ELKIN SOTELO C. elkinsot_DT Redacción online
Este estadio se cayó dos veces. Cuando Sergio Markarián complació el pedido de la tribuna y puso a Yordy Reyna, pero mucho más cuando el otro primo, el gran Jefferson Farfán se jugó la vida en esa jugada contra Claudio Bravo y porfió hasta encontrar su media vuelta y conectar limpia hasta ver que la red hizo música para el Perú. Hay 11 puntos en la tabla y aunque todavía es poco, este clase de triunfos marcan para retomar el camino hacia la pelea por la clasificación.
Los planteamientos del saque parecían haberle dado la razón a Jorge Sampaoli, en el primer tiempo, por encima de la idea de Sergio Markarián de que a un ritmo cancino y pisando la pelota se iba a aproximar al arco de Claudio Bravo. Al menos, los intérpretes sintieron hasta la asfixia la fortísima presión de la visita y no salían de campo propio si no era por pelotazos apurados y despejes alocados, más no elaboraba jugadas de riesgo.
Perú propuso a tres hombres tocadores como Luis Ramírez, Rinaldo Cruzado y Carlos Lobatón. De ellos tres, el último fue el que más sintió el vértigo de Chile y sin estar acostumbrado a esa velocidad con la que le caían encima los adversarios, caía en la imprecisión. Se ganó una tarjeta amarilla y solo su buena ubicación en los balones detenidos hizo que salve en dos oportunidades a Raúl Fernández de la caída en la misma línea del arco.
La zaga peruana tuvo una baja con la lesión de Christian Ramos. El ingreso fue de Jesús Álvarez y lo hizo con muy buen criterio. Se complementó bien con el lateral Jhoel Herrera, quien lució impecable en sus coberturas y cierres a velocidad. Ambos fueron lo mejor de la retaguardia.
Jefferson Farfán tuvo gestos individuales que pusieron en evidencia su jerarquía, pero no concretó en gol y se enredó. A unos metros, Claudio Pizarro tuvo que retroceder mucho para tomar la pelota o colaborar con la marca. Solo tuvo una en el área cuando Hurtado le tiró un centro y su cabezazo se estrelló en el travesaño.
La conclusión del primer tiempo fue que Perú tuvo mucha fortuna de terminar con el arco invicto porque al inicio no le cobraron un penal evidente de Raúl Fernández contra Isla.
EL INGRESO DE MARIÑO Otro fue el segundo tiempo cuando Juan Carlos Mariño entró por ‘Loba’ en la segunda mitad. Le limpió la cara a Perú y desacomodó a Chile y todo su esquema asfixiante. Perú estuvo más cerca del arco de Bravo y las ocasiones se le presentaron una tras otra a Hurtado y Pizarro.
Chile no dejaba su habitual idea de presionar, pero los locales le movían mucho la pelota aunque con el paso de los minutos decayó el peligro de los blanquirrojos. El partido sobre los 65’ y 75’ se jugó mucho en la mitad de la cancha con roces y fricciones y casi sin llegadas a las áreas.
Así es como Markarián le dio la responsabilidad a Yordy Reyna de jugar 15 minutos y algo más. El chico no entró mal y entusiasmó no solo a los asistentes sino también a sus compañeros. Pero tampoco Chile había resignado sus opciones porque Sampaoli ingresó a los jóvenes delanteros Junior Fernandes y Nicolás Castillo y seguían siendo un peligro.
Con acciones tan equiparadas los minutos transcurrieron hasta la gran maniobra de Yoshimar Yotún y el pase en callejón a Farfán, quien quiso colocar en primera instancia, pero bloqueó el golero chileno. La ‘Foquita’ siguió atento a la jugada y tomó el rebote para acomodarse con una media vuelta y rematar con fuerza en arco vacío.
Perú ha sido feliz esta noche como hace tiempo no lo era. Pareciera el triunfo perfecto por ser el clásico rival al que se le ganó y que parecía superior, pero también porque aparecieron los rostros morenos que todos querían ver brillar. Esos que son una luz de esperanza.