El decisivo factor que permitió a Perú lograr su mejor versión
El decisivo factor que permitió a Perú lograr su mejor versión
Arturo León

La ganó, gustó y goleó a Paraguay en el Defensores del Chaco. ¿Qué cambió en esta fecha? No fue el árbitro, el error defensivo o el gol fallado. Esta vez el protagonista del partido fue el buen juego peruano. Así quedará escrito y grabado en la historia de las Eliminatorias. Por primera vez desde que se juega este torneo, la selección nacional ganó en el Defensores del Chaco. Y de qué manera. Con cuatro goles en el segundo tiempo, remontada incluida y un fútbol que quisiéramos ver todas las fechas. Ese buen juego, el que no precisa de pelotazos a Guerrero y si muchos pases a ras del campo, fue el factor decisivo que le permitió a Perú alcanzar su mejor versión en mucho tiempo. Es el mejor partido de la blanquirroja de la era Gareca y posiblemente de la última década. 

A diferencia de la última fecha doble, Perú no abusó de pelotazos a Guerrero. Fueron muchas más las veces que Gallese prefirió dar el balón a Rodríguez o Ramos para desde esa zona iniciar las jugadas de ataque. Evitamos dividir el balón ante un equipo que lucha todas las pelotas al 100% y aprovechamos el buen pie de nuestros jugadores. Tapia, Yotún, Cueva, Flores, Carrillo y Guerrero. El mismo Trauco. Todos capaces de filtrar pases, tocar en corto, moverse y buscar espacios. Lo que en otros partidos solo fueron chispazos, se convirtió en un estilo definido. ¿El resultado? 12 situaciones claras de gol. De visita. Y con paciencia, sin apresurarnos, con criterio. Argentina fue incapaz de hacer daño a Paraguay (0-1) con los monstruos que tiene arriba; Perú le metió cuatro.

Christian Cueva merece un párrafo aparte en este tema del buen juego. El es el cerebro de Gareca. Su gran apuesta y acierto, además. A esa rapidez y habilidad que siempre lo caracterizó, el hombre del Sao Paulo le sumó pausa e inteligencia. Se refleja en su toma de decisiones. Ya no busca siempre la jugada messianica o amagues innecesarios, todo lo que hace Cueva aporta a la fluidez del equipo en ataque. Y cuando tiene que hacer la individual, rompe a cualquier defensa. Está pasando por el mejor momento de su carrera. Unas líneas para André Carrillo: su inclusión en el once colaboró con la idea de jugar por abajo, buscar paredes y generar desequilibrio por la banda. En su cabeza no existe la palabra pelotazo. 

Esta vez sí, Gareca. Esta vez sí se notó que a Perú le importa el cómo. Que los partidos no se ganan o empatan como sea, que nuestro único recurso no puede ser tirarle todo a Guerrero para que luche contras los más duros zagueros. El resultado siempre será relevante, pero el cómo le da otro sentido. Deja otra sensación. Perú puede y tiene que jugar bien siempre. Esté o no Cueva, Carrillo o Tapia, hay una idea de cómo afrontar los partidos. No la perdamos. Este es el camino que más le acomoda a la selección, que nos gusta a todos y esperemos nos lleve a Rusia 2018.

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