Sí debe ser titular MARIO FERNÁNDEZ / Periodista

Sí. Juan Vargas debe arrancar porque se trata de un extremo con característica de zurdo cerrado que no abunda en el plantel peruano. Es más, sin Cruzado por lesión, quedarnos también sin Vargas implicaría no tener un pie izquierdo hábil que suponga salida por esa banda. Hurtado o Carrillo, dos eventuales reemplazos, son correlones y técnicos pero no mejores que ‘Loco’ ni en el trajín ni en las habilitaciones. Ninguno de ellos, tampoco, garantiza la maña táctica que se requiere para contener a un Ecuador que justamente recuesta por la derecha a futbolistas estelares como Ibarra o Valencia . El ‘Loco’, además, añade una versatilidad que de ningún modo poseen sus posibles sustitutos: puede ser lateral, volante izquierdo o hasta delantero zurdo. En otras palabras, permite, con él en la cancha, pasar de un 4-4-2 a un 4-3-3 con apenas una indicación de Markarián desde el banco. Es verdad que no ha sido indiscutible en Génova, pero Rodríguez tampoco lo fue en Rio Ave y es titular en el once nacional. Lo mismo Pizarro en Bayern. Fijar por regla que todos los titulares de Perú tienen que ser titulares en su club, es no querer aceptar lo reducido de nuestro plantel y lo carente de nuestro fútbol. Aclaro que no soy su fan ni me cayeron bien sus excesos, pero mañana debe ser titular. No hemos sabido reemplazarlo.

No debe ser titular RAÚL CASTILLO / Periodista

No. Poner a Vargas es premiar a un futbolista que no juega bien en selección desde hace casi dos años. Es, además, alinear a un jugador que habrá bajado de peso, pero no ha hecho nada, desde octubre a la fecha, para ganarse un puesto como titular de Perú. Si el discurso del entrenador, luego de caer 1-0 en Asunción con Paraguay, era durísimo con los ‘extranjeros’ y lapidario con Vargas, ¿por qué habría que pensar que ahora Juan Manuel sí la romperá? Es cierto que se le tiene fe y cariño por lo que alguna vez hizo, pero las noticias que llegan de Génova hablan de una no renovación del vínculo por una irregularidad que no solo se ha mostrado en Italia, sino en los partidos que ha jugado en esta Eliminatoria, donde salvo un pase gol a Farfán en Chile ha sido casi inexistente. Convertirlo en suplente no es, por lo tanto, ni una locura ni un pecado. Es, apenas, resignar una pieza que se creía titular a favor de volver a un 4-3-3 que ha sido el mejor sistema de la era Markarián. Se trata, pues, de poner a los mejores, no a los que tienen cartel de mejores. Sumarlo de titular sería rendirle culto a lo que fue y no a lo que rinde.