Wilmer Robles Tadokoro

Cuando pisaba el área rival con pelota dominada lo hacía con la fuerza de un Ferrari: imparable, y con una habilidad que dejaba boquiabierto a su “compadre” Johan Cruyff. Así era el eterno “Cholo” Sotil, un rompe cinturas que se inmortalizó a punta de goles y jugadas de ensueño, durante la década de los 70s con la rojiblanca. ¿Cuál es su balance después de la fecha doble de Eliminatorias? Toma la palabra un campeón de América (en 1975).