HORACIO ZIMMERMANN @Horacon Redacción Online

Juan Manuel Vargas fue incluido entre los 28 jugadores que fueron convocados a la selección peruana por Sergio Markarián para disputar los duelos ante Uruguay (Lima) y Venezuela (Puerto La Cruz) por Eliminatorias. Aquí algunos puntos que deja su llamado:

1. La noticia no sorprende. A esta altura del proceso de clasificación, en el que la selección aún tiene una chance de quedar quinta y jugar el repechaje, cuesta pensar que Markarián, autodenominado como un DT pragmático, opte por experimentar con algún jugador (Flores o Manco) antes de ir por lo seguro: utilizar el mismo plantel que ha sido parte de todo el proceso. Si antes no lo hizo (sobre todo luego de la derrota en Asunción), menos lo hará ahora.

2. Markarián ha repetido que le basta que un jugador entrene bien para convocarlo. Por ejemplo, Raúl Fernández fue llamado cuando era tercer arquero del Niza de Francia y hoy es figura de la selección. Y es que ninguna selección fija como regla que un titular en su país debe tener como requisito la titularidad en su equipo.

3. Apoyo moral. Se entiende que el llamado se debe a esto por el mal momento que vive el jugador. Fiorentina, pese a que lo presentó, continúa en busca de un equipo para él. Markarián no lo llamó para el amistoso ante Corea, pero sí para jugar ante contra Uruguay y Venezuela. No es la primera vez que el entrenador uruguayo hace esto: antes llevó a un lesionado Leao Butrón (en ese entonces un indiscutido) a la Copa América de Argentina 2011.

4. En contra: su convocatoria es un premio para un futbolista que no juega bien en la selección desde hace buen tiempo. ¿Por qué habría que pensar que ante Uruguay y Venezuela volverá a ser el mismo de antes? Su llamado parece rendirle culto a lo que alguna vez fue y no a lo que realmente es hoy en día. A su favor: Markarián no le ha encontrado suplente. Ni Carrillo ni Hurtado. Además, llamar a Vargas es aceptar lo reducido de nuestro plantel.