Salió la lista y está Jefferson Farfán. Supongo que esperarán a su evolución para ver si juega o no. Supongo que Gareca lo toma en cuenta aun entre algodones pero sospecha que lo que sospecho yo: sin Farfán, la selección peruana es un equipo repetitivo, predecible y bastante abordable.
Perú es, con el perdón de los otros, Jefferson y diez más. No discuto el carrerón europeo de Pizarro ni el brillante paso brasileño de Paolo, pero ambos, de características similares como ‘9’ tipo poste, pierden en variantes ante un Farfán que puede aportar gambeta en zonas claves de la cancha. De hecho, sin Farfán en el campo es más tentador para los entrenadores juntar a Paolo y Claudio como puntas, vicio en el que cayó Markarián y –de a ratos- recayó Gareca.
Farfán, treintón y todo, es la llave decisiva de Perú. No tiene la frescura de antes, pero está sobrado de jerarquía. Perú no ha producido uno como él en décadas y hoy, en la previa de Venezuela, lo necesitamos más que nunca. Aun en tiempos bajos es más que Yordy, por ejemplo.
Que juegue sería una gran noticia. Recemos con su novia Yahaira para que sea así.
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Posted by Diario El Comercio (Perú) on lunes, 7 de marzo de 2016