MIGUEL VILLEGAS EL COMERCIO
Era agosto del 2010. Mosquera entrenaba al Áncash y la llegada del nuevo técnico de la selección lo rescataba del anonimato. Si Sergio necesitaba un asistente peruano en su comando, quién mejor que él. Roberto también era noticia por su pasado exitoso con Markarián y el Cristal 97. La anécdota se reactualiza porque –según dos fuentes de Videna– Markarián dirá en su informe final que Mosquera es una buena opción local para la mayor, del mismo modo que Daniel Ahmed sería una posibilidad si se va por el camino de un extranjero.
En el caso de Mosquera, sí se podría hablar de una continuidad. Fueron amigos, muy cómplices en aquel 97. Fue natural que los primeros contactos con Lima los hiciera con él. Hablaron. Coincidieron. Pero algo pasó para que, casi ocho meses después, la FPF cerrara cualquier vínculo con el técnico de Cristal, campeón en el 2012. ¿Qué ocurrió realmente? ¿Por qué la distancia con Markarián? Y una tercera pregunta. ¿Por qué pese a tantas diferencias, el todavía seleccionador de Perú dejará su nombre como única posibilidad local de asumir el equipo adulto el próximo 28, cuando se reúna por última vez con la federación y entregue su informe?
Hubo tres episodios que terminaron por alejar a Mosquera de Videna, según pudo conocer DT.
1) Mosquera sí tuvo conversaciones con Markarián desde agosto del 2010, fue encargado del seguimiento de tres equipos de casa pero, al momento de acoplarse al equipo uruguayo de asistentes, los métodos no coincidieron. Detectado ese primer problema, la FPF recomendó una salida, aun con el pesar de Markarián.
2) Las constantes declaraciones de Roberto no cayeron bien en Videna. Eso y sus críticas a los manejos de sus directivos. Las balas fueron directas al entorno de Burga, su vicepresidente Carlos Silvestri. ¿Tenían algún pasado conflictivo? Sí. Una deuda, un juicio y cero respuestas del directivo. Silvestri nunca perdonó esta exposición pública. Como si, después de la deuda, Mosquera tuviera que proponerlo de candidato al Nobel de Economía.
3) Cerrada la puerta de Videna para Mosquera, hubo una polémica en la que los dos, Markarián y él, dispararon. La ‘paternidad’ de Luis Advíncula y Yoshimar Yotún. Eso los separó aun más. Mosquera cerró así la historia: “A mí nunca me explicaron por qué no llegué a la selección”. Y se acabó.
Luego vino la Copa América, el título de Cristal, la eliminación. Y pese a las diferencias, Markarián recomendó a Mosquera para la selección adulta, así como a Freddy García, Víctor Rivera yWilmar Valencia como candidatos para la ‘selección joven’, la 20 y la 17.
Ahora todo depende de la FPF.