HORACIO ZIMMERMANN (@Horacon) Redacción Online

Ocho puntos en nueve partidos jugados en Eliminatorias. Las cifras hablan por sí solas. Perú es un equipo que vive de la inspiración de sus solistas (Farfán, Vargas, Pizarro y Guerrero). Ayer sumó una nueva derrota ante el peor Paraguay en 10 años.

1. Clara falta de entrega. Correr y meter son actos voluntarios. Todos pueden hacerlo. La entrega solo depende de los jugadores, de que ellos lo quieran. Ante Paraguay hubo una clara falta de esfuerzo que propició la derrota. “Hay algunos rendimientos que no están acorde de lo que uno espera”, dijo Markarián. Y Pizarro reconoció que faltó actitud. Si hay un aspecto en el fútbol que es reprochable, este es la entrega. Es indefendible. ¿Por qué? Porque, como se dijo en un principio, correr, al fin y al cabo, es un acto voluntario. Si quieres metes, si no no.

2. ¿Los cuatro fantásticos o los hombres invisibles? “Fue evidente la falta de esfuerzo de algunos”, dijo Markarián al ser consultado sobre el juego en conjunto de Vargas, Farfán, Pizarro y Guerrero. Entre líneas, todo indica que no volverán a jugar, juntos. El único que es titular en su equipo es Farfán, quizás el que mejor jugó de estos cuatro en un partido malo. Ayer, todos estuvieron desconectados. Perú no puede seguir viviendo de la inspiración de sus solistas. Perú pidió ayer a gritos un ‘10’. Hubo jerarquía, pero con ellos la creación fue nula. Markarián debe priorizar juego y no consolidaciones.

3. Falta de determinación. Siempre la pelota parada. Chile, Uruguay, Venezuela y Paraguay le anotaron a la selección de esa forma. Y nuevamente las faltas innecesarias cercanas al área. ¿En qué terminó? Vargas perdió la marca del paraguayo que anotó el gol. Fernández, fuera de ritmo, salió a cazar mariposas. ¿Concentración? Puede ser, pero más que nada decisión, voluntad. A Vargas se le escapa el guaraní por decisión, determinación, falta de compromiso en la marca, no por desconcentración, porque este sabía que tenía que marcar al paraguayo.

4. Los cambios. ¿Es Carrillo nuestra primera opción de cambio? (no se cuenta la de Ramos por Rodríguez porque fue un cambio obligado). Mariño debe sentirse pésimo. Un jugador que será castigado por indisciplina (fue captado en la madrugada saliendo de una discoteca) es premiado. Y él, que había sido figura en La Paz, quedó relegado. Sin duda, una de las grandes deudas de Markarián continúa siendo el replanteo, los cambios. No le atina a uno.

5. La inconsistencia de Raúl Fernández. No recuerdo un futbolista que no juegue y, lo que es peor, ni aparezca en la banca de suplentes de su equipo, y sea titular en la selección de su país. Perú lo tiene, es Fernández. El golero fue, dentro de un error compartido con Vargas, el gran responsable del tanto guaraní. Ojo, del gol, no de la derrota. Hoy Fernández no es el superhéroe que salvaba a la ‘U’. Hoy está en duda su capacidad innata, la de volar.