HORACIO ZIMMERMANN @horacon Redacción online

PERÚ La idea de Markarián es utilizar un 4-3-3 ante Chile. Es decir, formar con el siguiente once: Fernández; Guizasola, Ramos, Rodríguez, Yotún; Lobatón, Cruzado, Ramírez; Vargas, Farfán y Pizarro.

Este esquema es similar al que usó frente a Argentina, aunque con algunos cambios de nombres. Por ejemplo, la ausencia de Zambrano obliga el ingreso de Ramos. ¿Por qué Ramos y no Acasiete o Álvarez? Entendemos que es porque ha desempeñado más minutos junto a Rodríguez. Ambos conformaron la zaga central durante la última Copa América. La labor de la dupla fue buena. Además, Ramos es el segundo jugador que más partidos jugó en la era Markarián (23 PJ / 1706 minutos).

En el sector derecho, con Advíncula suspendido, será Roberto Guizasola quien ocupe su lugar. Ambos son jugadores de características similares (rápidos, que atacan mejor de lo que defienden). En el medio, Markarián optará nuevamente por Lobatón, Cruzado y Ramírez con la idea de: uno, tener una salida prolija; dos, garantizar que el balón no se pierda en campo propio; tres, porque respeta la tradición peruana de jugar “al toque” en la mitad de la cancha; y cuatro, para tener la posesión de a pelota. Además, le sirvió ante los albicelestes. Tanto en labor de ataque como de defensa. En ese partido Argentina no generó más de tres ocasiones de gol y Perú tuvo cinco claras para anotar.

El otro cambio en relación a aquel partido será la presencia de Vargas por el sector izquierdo en lugar de Carrillo, quien irá de suplente. Pizarro irá de punta y Farfán por la derecha. En el análisis uno podría pensar que Farfán, inclusive, podría convertirse en un segundo punta, detrás de Pizarro, en una transición rápida del 4-3-3 al 4-4-2 durante el juego. La ‘Foquita’ conoce el puesto. De hecho, jugó ahí en el segundo tiempo ante Venezuela y anotó los dos goles del triunfo. De no funcionar este esquema inicial, existe otra chance: que Juan Carlos Mariño ingrese por Vargas y se convierta en un clásico ‘10’ que alimente a los puntas Pizarro y Farfán.

CHILE El estilo de Jorge Sampaoli, como ferviente hincha de Marcelo Bielsa, nos invita a pensar que el equipo chileno vendrá convencido de tomar posesión del balón, de jugar más tiempo en campo contrario, protagonizar el ataque y no cederlo, y explotar el juego por las bandas. Y tiene hombres con qué hacer daño en esa última labor. Su trío de ataque es veloz: Alexis Sánchez (de punta), Jean Beausejour (izquierda) y Eduardo Vargas (derecha). Seguramente Vargas y Alexis cambiarán constantemente de posición.

Por el estilo que impone Sampaoli a sus equipos, de verticalidad pura, se trata de un cuadro chileno que puede ganar por goleada o perder con numerosos goles e contra. No obstante, tomará precauciones para enfrentar a Perú. Lo primero que tratará de hacer será evitar que Cruzado, Ramírez y Lobatón tengan libertad para trasladar la pelota. El propio ‘Hombrecito’ lo ha reconocido. En ese sentido, colocará, intuimos, a Rodrigo Millar, Carlos Carmona y Charles Aránguiz para tomarlos. Los tres son futbolistas de mucho recorrido y que conocen perfectamente tanto la tarea defensiva como la ofensiva. La presencia de estos confirma la idea de Chile de robar el balón más cerca del área peruana que de la suya.

Finalmente, en la defensa, Chile colocará a Mauricio Isla como lateral derecho y Gonzalo Jara, de izquierdo. La zaga central la conformarían José Rojas y Gary Medel. Sampaoli, acostumbrado a jugar con tres en el fondo, cambiará a cuatro obligado por la presencia de tres hombres peruanos en ataque (Vargas, Farfán y Pizarro). En su idea bielsista, siempre debe haber un jugador que sobre en la marca uno a uno. Este once de Sampaoli cuenta con un jugador por línea de la antigua U. de Chile que sacó tricampeón. Rojas en la defensa, Aránguiz en el medio y Vargas en el ataque. Tres que fueron piezas fundamentales del éxito del equipo azul en Sudamérica.

PROBLEMA DE ÁREAS El estilo de juego de ambos equipos, más ofensivos que defensivos, supone un partido de ida y vuelta, con muchas opciones de gol. Ganará la eficacia, claro. A lo largo de las Eliminatorias, el problema de Perú no ha estado en el medio campo, sino en las áreas. Ataca mucho y marca poco. Le atacan poco y le anotan mucho. De hecho, esta premisa se refuerza con que Perú haya anotado 10 goles y le hayan hecho 15 en la Eliminatoria.