Pedro Canelo

El fútbol no es boxeo, por eso cuando Ricardo Gareca se siente extraviado es imposible que tire la toalla. El entrenador de Perú tiene otro gesto elocuente para manifestar su resignación. El ‘Tigre’, ya sin rugidos, se sienta en el banco y, acompañado por el silencio, espera la invitación del silbato final para volver a su camerino.