Nacido en Boca a fines de los años 70 y amigazo de Oscar Ruggeri desde entonces, regresa al histórico escenario para clasificar al Mundial. (Foto: captura de video)
Redacción DT

La prensa argentina destacó que nunca ganó como técnico en (no ganó ninguno de 11 partidos). Es un dato interesante, pero no revela para nada su familiaridad con el estadio. Gareca creció y se formó ahí.

Jugador de las inferiores a fines de los 70, fue prestado a clubes más pequeños hasta que pudo debutar y fue bautizado como la promesa del club, “el nuevo del 9 futuro”. Su relación con Oscar Ruggeri, otro de nacimiento bostero, se forjó ahí.

Con su gran amigo coincidió en Boca, en River y en la selección de inicios de los 80. Los diferencia el trato que finalmente les dio Carlos Salvador Bilardo. A uno lo llevó al Mundial 86 y lo hizo titular; al otro lo dejó fuera, pese a que anotó el gol ante Perú que los clasificó. Pese a ello, Ricardo y Oscar comparten una lealtad forjada en la Boca y fortalecida por la relación entre sus esposas Gladys y Nancy. A tanto llegó la cosa que el único paso como asistente de campo del ‘Flaco’ es con Ruggeri de técnico, en el Elche de España en 2004. Duraron menos de 6 meses, pero el gusto de trabajar juntos no se los quita nadie.

Con su amigo del alma sí tuvo una histórica diferencia. En 1986, luego del Mundial, se enfrentaron en la final de la Libertadores. Ruggeri con River, Gareca con América de Cali. Ricardo le dijo a Oscar que no lo salude en la cancha “porque la hinchada podía leerlo mal”. Y el ‘Cabezón’, un pillo, no solo no le hizo caso sino que lo persiguió para darle un abrazo frente a todos. El ‘Flaco’ no pudo dar vuelta la cosa en el partido: perdió 1-2 y se fue expulsado. En la vuelta River completó la faena y se llevó la copa.

Ahora que se vuelven de algún modo a enfrentar –uno técnico de Perú y otro argentino comentarista de Fox Sports-, Gareca le ha pedido a Ruggeri que no lo llame “hasta después del partido”. ¿Saben qué hace Oscar? Le disca el número a diario. Todavía no tiene respuesta.

Gareca vuelve a La Bombonera en un rol de entrenador y años luz de sus inicios. Está cuajado y está en ganador. Quién sabe si su primer triunfo se da ahora. Y quién sabe si hasta un empate se celebra como una victoria.

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