Renzo Gómez Vega

Decir que salió por una puerta alternativa es un eufemismo. Agustín Lozano escapó. Escapó de la prensa la noche del viernes, en el aeropuerto Jorge Chávez. Tenía mucho que decir, pero se abstuvo. Ese mismo día por la mañana, el presidente de la Federación Peruana de Fútbol se había comunicado con Juan Carlos Oblitas para pedirle que, por favor, intercediera con Ricardo Gareca para tener una reunión en Buenos Aires. Ya no mandaría a sus emisarios. Ahora iría él personalmente.