HORACIO ZIMMERMANN @Horacon Redacción Online

Restan apenas quince días para el duelo decisivo ante Uruguay en Lima y la selección sufre un problema de extremos (o volantes por los costados). Los habituales titulares Juan Manuel Vargas y Jefferson Farfán llegarán con algún problema a Lima. El primero no encuentra club (Fiorentina no lo quiere) y el segundo tiene una “contusión severa” en el tobillo, según informó el Schalke 04.

Las opciones para reemplazarlos, ante una eventual no titularidad de ambos, son André Carrillo y Paolo Hurtado. Ambos son parte del proceso y ya saben lo que es sustituir a dos de los indiscutidos de Sergio Markarián. Otra chance es la inclusión de Yordy Reyna, quien viene jugando como volante por la derecha en el Red Bull Salzburg. Antes, además, también ha jugado tirado por la banda izquierda.

Otra opción para Markarián sería analizar la posibilidad de cambiar el sistema de juego (siempre usa el 4-4-2), ya sea por la ausencia de Vargas o Farfán en el once titular; no obstante, el entrenador no se caracteriza precisamente por modificar su esquema. Y aquí entra a tallar el tema de la no convocatoria de Juan Carlos Mariño, un jugador que ofrece creación en el mediocampo y que tranquilamente podría ser incluido en esta modificación (para jugar algunos minutos). Hoy la selección no tiene un volante tipo ‘10’ en la convocatoria, alguien que le alcance la pelota a Pizarro y Guerrero, un habilitador por excelencia.

El tema de Mariño es curioso. Hasta ayer su no llamado era injusto. Hoy, que se sabe cómo llegarán Farfán y Vargas, su exclusión genera alguna duda. El volante acusó una lesión en el tendón, pero este lunes iniciaría su recuperación. Es decir, tendría dos semanas para entrenar y tratar de recuperarse para los duelos ante Uruguay y sobre todo pensando en Venezuela (10 de setiembre). La decisión del comando técnico fue no tomarlo en cuenta, aunque anteriormente se hizo el esfuerzo de traer jugadores lesionados a Lima para recuperarlos, como en el caso de Alberto Rodríguez y Rinaldo Cruzado. Mariño, por las condiciones únicas de generador que tiene, podría haber sido útil como posibilidad de cambio. Quizás el tiempo quedaba corto y no se recuperaba del todo, pero servía para que se estudie su condición. Si se le tuvo fe a otros jugadores, esta podría haber sido una nueva excepción.