Fue la última vez que nos sentimos a un paso del mundial. La noche del diez de setiembre del 97 la selección peruana se jugaba la vida ante Uruguay en el Estadio Nacional. Más de 34 mil hinchas acudieron al primer escenario deportivo del país para apoyar al equipo que dirigía Juan Carlos Oblitas.
Minutos antes del inicio del partido, el ‘Ciego’ había hecho público su once titular. Julio César Balerio; Nolberto Solano, Miguel Marengo, José Soto, Percy Olivares; Juan Jayo, José Pereda, Roberto Palacios, Pablo Zegarra; Germán Carty y Flavio Maestri eran los elegidos.
Perú venía de golear 3-0 a Venezuela en Barinas con goles de Marengo, Julinho y Maestri. De este modo, sumaba 19 puntos en la tabla de posiciones y estaba obligado a vencer a los ‘charrúas’ para mantener viva la ilusión de ir a la Copa del Mundo.
Sin embargo, todo empezó mal para el equipo peruano. Un joven Álvaro Recoba (21 años) enmudeció al Nacional cuando a los 44 minutos marcó un golazo. Silencio absoluto. El ‘Chino’ había puesto en jaque a la selección peruana.
Tras el descanso, negativo, Oblitas metió al ‘Camello’ Soto y sacó a Zegarra. Entonces todo cambió a favor de Perú. Creció la figura del ‘Chorri’, quien a los 57 minutos anotó un golazo único de su repertorio para revivir la ilusión. El Perú no había terminado de gritar aún el magnífico tanto de Palacios cuando Germán Carty marcó uno de los goles más gritados de las últimas décadas.
El manual del tanto fue un clásico de aquel equipo: saque largo de Balerio, pivoteo de Maestri y e ‘Chorri’ solo para definir. El arquero Siboldi atajó su disparo, Flavio remató de cabeza y nuevamente el guardameta evitó el gol, pero no pudo hacerlo cuando Carty, en dos toques, definió de zurda para darle el triunfo a la selección, sumar 22 puntos y esperar con todas las expectativas imaginables para ir a Santiago. Allí Chile nos ganó 4-0 y nos sacó del mundial. Pero esa es otra historia.